Primera | Espanyol

Un día después llegó el Espanyol a Isla Mauricio

Los retrasos en los vuelos marcan la jornada de viaje.

carlos mira: enviado especial

Poco ha tardado Óscar Serrano en desmentir los rumores que le situaban en el Racing de Santander la temporada que viene. "No sé nada de ofertas. Mi objetivo es cumplir los tres años que me quedan de contrato con el Espanyol", aseguró el jugador catalán en el viaje que le llevó ayer, junto con el equipo, a Isla Mauricio. Después de que el jugador lo dejara claro, Cristóbal Parralo, secretario técnico del equipo, también se encargó de ratificar que Serrano seguirá siendo jugador del Espanyol la próxima temporada: "Si Serrano está negociando es sin el consentimiento del club. A nosotros no nos ha llegado nada y él tiene aún tres años de contrato más". Cristóbal también reconoció que "Lopo y Maxi ya tienen una oferta encima de la mesa para renovar sus contratos. Sólo falta que respondan". Y añadió: "También estamos preparando mejorar el contrato de Kameni. Es el siguiente de los temas que tenemos apuntados en la agenda".

Costó. Costó lo suyo que el equipo llegara a Isla Mauricio, el paradisíaco lugar en el que gran parte de la plantilla acabará la presente temporada. Las caras eran de cansancio, pero se podía entender. La jornada comenzó a las dos menos cuarto de la tarde del pasado martes, cuando el equipo salió en autocar hacia el aeropuerto de El Prat. Allí se vivió el primer retraso de la jornada, puesto que el vuelo que debía trasladar a la expedición a París se levantó con media hora de retraso. Una vez en el aeropuerto Charles de Gaulle, el grupo tuvo que moverse con autocar hasta el otro gigantesco aeródromo de la capital gala, Orly.

Fue en ese momento cuando comenzó la odisea para los españolistas. Por delante les quedaban once horas de vuelo hasta Isla Reunión, donde el equipo hizo una parada para comer y proseguir el viaje hasta las ansiadas Mauricio. Otro retraso de Boeing 747 provocó un segundo retraso, por lo que se tuvo que dividir la expedición para llegar al lugar de reposo.

Domi, estrella.

Pese a todo, en el vuelo continental se vivieron anécdotas. Para comenzar, la primera estrella de la noche fue Didier Domi. El lateral francés (natural de Martinica, en el Caribe) fue reconocido por una parte importante de los viajeros, por lo que en todo momento (hasta que se quedó dormido) estuvo haciéndose fotos y firmando autógrafos sin parar, con el consiguiente cachondeo de sus compañeros.

En un viaje de tantas horas se viven situaciones curiosas. Por ejemplo: el que más durmió fue José Emilio Amavisca: el cántabro ya estaba sopa antes de que el avión tomara vuelo, y una hora antes de que aterrizara, abrió uno de sus ojos. Mientras éste dormía, Alberto Lopo no sabía cómo ponerse. No había manera de que encontrara una posición cómoda para llegar al sueño. Cosas de viajes.

La plantilla está gozó de la ruta

La mejor manera de llevar un viaje tan largo es el buen humor. Y esa fue la fórmula por la que optó la plantilla para amenizar algo un día entero de vuelos, retrasos, aviones y paisajes variopintos. Después e una gran temporada ya tienen un premio para disfrutar.

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