Segunda | Ciudad de Murcia

Javi Fernández pasó la noche en los calabozos

Su mujer retiró ayer la denuncia

Una pesadilla. Eso es lo que ha vivido el portero del Ciudad de Murcia Javi Fernández en las últimas 24 horas. Un drama del que pretende salir tras retirar su esposa la denuncia de malos tratos que había interpuesto contra él. Todo empezó mediada la tarde del pasado miércoles, cuando el jugador dejaba su domicilio rumbo a La Condomina para disputar el partido de Copa ante el Sevilla. En ese momento, la Policía Nacional le detuvo y le llevó a la Comisaría de Molina de Segura por un presunto delito de malos.

Mientras sus compañeros jugaban, Javi pasó toda la noche en los calabozos hasta que a primera hora de ayer pasaba por el Juzgado número 1 de Molina. Allí, el juez titular, Enrique Domínguez le dejaba libre sin cargos tras la retirada de su esposa, R.M.D., de la denuncia que un día antes había presentado. Con celeridad y sin hacer declaraciones, los cónyuges salían después de los juzgados, cada uno por su lado. El guardameta se fue, acompañado de su madre, al domicilio conyugal para buscar tranquilidad en compañia de los suyos.

A primera hora de la tarde llegó el momento de hacer una valoración de lo sucedido ante los medios: Agradezco el respaldo que me están dando mis compañeros y el club. Me duele por mi madre y no tengo palabras para expresar el daño que me ha hecho la persona con la que quería pasar toda mi vida. Ha intentado causar el mayor daño posible y lo está consiguiendo.

Apoyo jurídico.

El equipo jurídico del Ciudad, formado por Andrés López y José Luis Galiano, estuvo todo el rato junto al futbolista. Para Quique Pina, el presidente, todo está claro: Si hubiera sido culpable, el club no le habría defendido. Pero no es así y Javi Fernández es un tipo fomidable que tiene todo nuestro apoyo. Lo está pasando mal, porque no entiende nada de lo que ha ocurrido, lo mismo que todos nosotros.

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