Sesma y Oli colocan al Murcia cerca del abismo

La era Preciado en Murcia no ha acabado todavía, pese a la sexta derrota de los grana en siete partidos disputados. El presidente del Murcia sigue confiando en el cántabro pero espera una reacción. Con primeras partes como las que nos regalaron el Murcia y el Cádiz los campos de Segunda División se quedarán sin clientela. !Qué horror! Mal por los de Espárrago, pero peor el Murcia. Toda la semana diciendo que iban a morir por su entrenador y sólo aguantaron el discurso diez minutos. Parecía que el Murcia se iba a reencontrar con el triunfo ante los amarillos pero nada de nada.

Apenas tres oportunidades dignas y en todas ellas estuvo Richi. Por desgracia para el atacante y para la parroquia local enfrente estaba Armando. El guardián del portal cadista desbarató las pocas llegadas que fue capaz de crear el triste equipo pimentonero. Los de Espárrago, sabedores de que el tiempo y el marcador jugaban a favor, se conformaban en esos minutos con destruir y romper el ritmo de juego del Murcia.

Así llegó el primer disgusto de la tarde. Varela centró al punto de penalti y Oli la tocó para que Jonathan fusilara a Olabe. Un gol que dio alas a los amarillos y que terminó por romper en mil pedazos al Murcia, cuando tras una contra, Oli remachó un balón que había dado en el poste.

De los locales ni hablar. De pena. Sólo destacar al canterano Valera y a Medina. Al menos tuvieron vergüenza. Todo lo contrario que hombres de peso. ¿Dónde estaban Maciel, Acciari y demás cracks? Yo contesto: Fuera de juego. Todo tiene un límite y los de Preciado están empezando a agotarlo.

Espárrago: "Aprovechamos su nerviosismo"

"Sabía que el partido iba a ser duro. En la primera mitad apenas hubo fútbol pero sí mucha lucha y pelea, mientras que en la segunda hubo un poco más de juego. Con el 0-1, el encuentro ya fue nuestro. Merecimos la victoria. Aprovechamos su nerviosismo".

Preciado: "Nunca pensé en la dimisión"

"Nunca pensé en dimitir. Hemos recibido otro palo y hay que volver a levantarse. Voy a trabajar como un animal hasta el último día. Tengo una fe ciega en mi gente y espero que amanezca cuanto antes pues llevamos siete semanas en la noche".