Primera | Barcelona

Los afectados por los palcos se sienten engañados por el club

enric fontcuberta

Pese a que el equipo, después de muchos años, comienza a dar señales de buen fútbol, no todos los aficionados del Barcelona están satisfechos. Los socios privilegiados que ocupan los 60 palcos de lujo que tiene el Camp Nou, comenzaron ayer una serie de reuniones para ver cómo pueden acabar con la expropiación que los dirigentes azulgrana tienen previsto. Un escándalo.

La cosa está clara: el club quiere hacerse con esas localidades y está haciendo todo lo que puede. La jugada está clara. Desde la zona noble del Camp Nou se quieren satisfacer las necesidades de las empresas que invierten en la Fundación del club. Por ese motivo, los dirigentes del Barça meditaron la posibilidad de recolocar en las gradas del estadio a los socios que ocupan tan privilegiada posición. La directiva culé les ofrece dos opciones: la primera consiste en cobrar 72.000 euros por palco a los abonados y que éstos se registren en nombre de una sociedad, es decir, una barbaridad. La segunda opción que se les brinda es situarlos en una zona cercana a donde están ubicados en la actualidad.

Ayer se reunieron representantes de 40 palcos de los 60 existentes. Uno de los presentes fue Xavier Bonaventura, que aseguró a este periódico que hace 33 años que soy socio y mi padre pagó una fortuna en el año 1982.

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