Con el recuerdo de Gallardo

Gallardo fue un extraordinario portero del Málaga que, a finales de la década de los ochenta, encontró la muerte de la forma más desafortunada. Fue en Balaídos en un Celta-Málaga. Tras un involuntario choque con el brasileño Baltazar, que después fichó por el Atlético, empezó a sentir dolores de cabeza, entró en coma y, pese al tremendo esfuerzo de los médicos, nada se pudo hacer para salvar su vida. Baltazar jamás olvidó aquel desgraciado accidente. Por cierto, uno de sus sobrinos se encuentra jugando en las categorías inferiores del club y dicen que es bueno. Muy bueno. Traemos a colación este recuerdo al hilo de la renovación de otro gran portero malagueño, Calatayud. Mucha gente que los ha visto parar aseguran que tienen estilos parecidos. Esto es tanto como decir que Calata va a dar grandes tardes de gloria en La Rosaleda.

Personalmente, me parece una excelente noticia que el Málaga haya amarrado a este magnífico portero hasta el 2008, si bien sigo sosteniendo que la próxima temporada se marchará al Real Madrid y que el Málaga, en previsión de esta eventualidad, ya está mirando en el mercado de cancerberos. En realidad, es ley de vida, pero mientras permanezca bajo la disciplina malaguista, lo único que queda es seguir disfrutando con sus fantásticas intervenciones y con sus excelentes cualidades como portero. Ahora, el camino está abierto y Juanito debe ser el siguiente en firmar la renovación de su contrato (termina el 30 de junio de 2005). Presiento que las negociaciones no van a ser eso que se dice fáciles y que el vacío legal existente por el caótico estado de cosas que envuelve a la Federación Española puede perjudicar los intereses del club. ¡País!