Eurocopa 2004 | Portugal-Holanda

Asusta Van Nistelrooy

Su duelo con Carvalho puede decidir el choque.

Eduardo Torrico
reuters

Dicen los portugueses, con mucha sorna, que su selección está donde está en esta Eurocopa gracias a que empezaron perdiendo con Grecia. Aquella derrota, que en un principio pareció el fin del mundo, abrió el camino del triunfo al equipo anfitrión. ¿Por qué? Porque Scolari, testarudo él, tuvo que dar su brazo a torcer: sentó a Couto y puso a Carvalho; prescindió de Rui Costa y sacó en su lugar a Deco, y dejó en el banquillo a Simao y le dio a Ronaldo la ocasión que todo el mundo reclamaba. El esperado duelo del central Carvalho con el gran Ruud van Nistelrooy puede decidir esta semifinal.

Desde entonces, la mala suerte ha seguido siendo la mejor aliada de Portugal: contra Rusia y España no cabían más remedio que la victoria, y frente a Inglaterra los lusos se vieron abocados a nadar contra corriente por culpa del tempranero gol de Lampard. A Portugal no le va tenerlo todo a su favor. Cuanto más caótica y complicada sea la situación, tanto mejor. Por eso, los aficionados portugueses andan preocupados con la posibilidad de que Holanda no se dé prisa en marcar, porque entonces los de Scolari no encontrarían esa angustia que, al parecer, necesitan para alcanzar su mejor rendimiento.

Portugal está, además, cerca de donde no ha estado nunca, es decir, a las puertas de una final. Ha sabido exprimir al máximo su condición de equipo local (en la historia de Mundiales y Eurocopas, España es la triste excepción que confirma la regla) y ha adquirido, con todos estos enunciados, una condición agonística nada desdeñable, que le vendrá muy bien para encarar su duelo con los holandeses.

Vidas paralelas. El itinerario seguido por Holanda ha sido muy parecido. Estuvo a punto de perder el primer partido con Alemania, salió apisonada de su encuentro con la República Checa y se permitió el lujo de ganar con cierta comodidad a Suiza antes de recurrir, como Portugal, a la tanda de penaltis frente a Suecia para presentarse en las semifinales. A los oranje les sobra calidad, pero les falta algo que nadie sabe explicar. Con jugadores como Van Nistelrooy, Robben o Seedorf no terminan de entenderse todos estos agobios. Puede ser una cuestión de carácter. O de dirección técnica. O de prepotencia. El caso es que Holanda no impone respeto a nadie y mucho menos a Portugal, la selección que mejor le tiene tomada la medida: se han enfrentado ocho veces y sólo una concluyó con victoria holandesa.

Para Portugal se trata de hacer historia. Holanda, por el contrario, parece encontrarse satisfecha con haber superado la maldición de los penaltis que sufría desde 1992.

Pauleta o Gomes sigue siendo la duda

Scolari no ha decidido quién jugará en el ataque de Portugal frente a Holanda. Pauleta comenzó como titular en este torneo, pero su rendimiento ha sido bastante pobre. Además, no estuvo disponible frente a Inglaterra en el último partido por hallarse sancionado. Nuno Gomes es un delantero con menos recursos, pero gracias a él y al gol que marcó frente a España la selección lusa está disputando esta noche las semifinales de la Eurocopa.

Aviso portugués al árbitro

Scolari advirtió ayer a los árbitros para que tengan cuidado con los saques de banda de Reiziger y con los fueras de juego de Van Nistelrooy. Esos saques son casi como córners, porque Reiziger siempre saca con un pie en el aire o metido en el campo, y eso es una irregularidad.

Marcaje especial para Robben

Scolari hará un par de cambios de marcaje. Uno de ellos afectará al lateral derecho Miguel, que habrá de seguir a todas partes a Robben. El otro tal vez sea un marcaje individual de Carvalho a Van Nistelrooy.

Si hay Prórroga, habrá gol de plata

Si el partido acaba con empate, se jugará una prórroga de 30 minutos, con dos tiempos de 15. Si al descanso de la misma un equipo llega en ventaja, acabará el partido. Si persiste la igualdad, se jugará la segunda parte completa. De seguir el empate, se recurrirá al lanzamiento de penaltis.

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