Eurocopa 2004 | Alemania - Rep. Checa

La suerte es alemana

Völler se la juega ante los suplentes checos

eduardo torrico
reuters

Alemania está al borde de entonar el Auf Wiedersehen. Su suerte es que esta noche se va a topar con una República Checa desmotivada y plagada de suplentes. Alemania podrá ganar o perder, podrá jugar bien o mal..., pero hay algo invariable a lo largo de toda su historia futbolística: la suerte. Nunca le da la espalda. En circunstancias normales, Alemania habría sido en esta Eurocopa un aperitivo para los checos. Pero los checos ya están clasificados, quieren reservar fuerzas para su partido de cuartos de final y jugarán muchos suplentes. Aún así, los alemanes tendrán que sudar sangre para hacerse con la victoria y para seguir en Portugal, porque también los suplentes han demostrado calidad a raudales, especialmente el prodigioso Heinz y Smicer.

Brückner ha utilizado más la cabeza que el corazón. El recuerdo de la final de la Eurocopa 96 era una invitación al desquite. La venganza dicen que se sirve fría y los checos podrían haber puesto toda la carne en el asador para borrar aquella dolorosa derrota mandando a casa a los alemanes. Pero el objetivo de Brückner no es ése, sino ganar la Eurocopa y este veterano técnico demuestra una fuerte dosis de prudencia y sentido común al reservar a sus mejores jugadores para futuras empresas.

Que Alemania lleva tiempo sin estar bien lo demuestra un dato: suma cinco partidos en fases finales de Eurocopa sin ganar. Su última victoria en esta competición fue la antes mencionada de 1996, cuando derrotó a la República Checa en la final de Wembley en la prórroga, con un gol de oro (el primero en la historia del fútbol) de Oliver Bierhoff. Perdió dos encuentros y empató otro hace cuatro años, y aquí ha empatado con Holanda y Letonia. Y gracias, porque los letones se vieron privados del triunfo por culpa de esa auténtica calamidad del pito que es el inglés Michael Riley.

Aunque no ha querido confirmarlo oficialmente, Brückner dejará en el banquillo a los veteranos Poborsky y Nedved (únicos supervivientes, además de Smicer, de aquella épica final de Wembley de hace ocho años), así como a Koller, Rosicky y Galasek.

Esperanza. Por su parte, Rudy Völler está dispuesto a entregar el bastón de mando a la gran esperanza del fútbol germano, el joven Bastian Schweinsteiger (19 años), que ocupará la plaza de Schneider, cuya actuación frente a Letonia fue lamentable. Schneider, además, arrastra molestias en el tendón de Aquiles. Pero también Hamann anda con problemas en el tobillo, por lo que estos dos jugadores pugnarán hasta el final por una plaza en el equipo titular.

Ballack anuncia que se queda en el Bayern

Punto final a un asunto que llevaba trazas de convertirse en culebrón: Michael Ballack se queda en el Bayern Múnich. Así lo anunció ayer el representante del jugador, Michael Becker. Se han acabado todas las especulaciones. Ballack tiene contrato con el Bayern hasta julio de 2006 y si el Bayern quiere quedarse con él, yo no voy a mover un dedo para impedirlo, indicó Becker. Tras la mala campaña realizada por el Bayern, Ballack se planteó cambiar de aires. El Barcelona fue el club más interesado en hacerse por sus servicios, pero la oferta económica que hizo fue considerada por el Bayern como una broma. Para dificultar aún más la salida de Múnich, el presidente del club bávaro, Franz Beckenbauer, tasó al centrocampista en 100 millones de euros. Con el anuncio de que se queda, Völler confía en que Ballack recupere la estabilidad emocional.

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