Raúl ya ha jugado más que Amancio y el Buitre

El 27 de junio Raúl González cumplirá 27 años. A primera vista es un chaval. Pero también es un futbolista castigado desde hace diez temporadas por el peso de la responsabilidad y del máximo esfuerzo físico en el Real Madrid y la Selección. Su desgaste está cuantificado: ha jugado 564 partidos oficiales, 489 con su club y 75 con España, lo que significa más partidos, por ejemplo, que dos delanteros míticos como Amancio (513) y Butragueño (532).

Raúl soporta una presión sin precedentes en el fútbol español. Con 27 años es capitán del Real Madrid y de la Selección. Ya ha ganado tres Copas de Europa y cuatro Ligas, entre otros títulos. Por su actitud competitiva y la vertiginosa velocidad de su carrera profesional, Fernando Hierro le apodó el Ferrari. Y Camacho le pidió que tirara del carro de España en el Mundial de Corea. Ha marcado 275 goles, muchos de ellos históricos.

Raúl está siendo zarandeado por la crítica y la afición desde septiembre por su evidente bajón de rendimiento y ha culminado su mala imagen en la Eurocopa. Da sensación de que con tanto recorrido ha dado la vuelta a su cuentakilómetros y se duda de que tenga capacidad de recuperación. En sólo diez años acumula tantos partidos como cualquier futbolista profesional en toda una carrera, con el agravante de que es delantero y el esfuerzo físico es superior.

El capitán madridista no es un jugador intermitente ni rácano en el esfuerzo. Corre muchos metros, llega a las áreas, dribla, arranca, pelea con las defensas y sale muy golpeado de la lucha. No ha padecido lesiones graves, pero sí es verdad que su estructura muscular le está pasando factura cada vez más veces.

Raúl sufre estrés por pluriempleo. Debutó con 17 años, lleva 10 temporadas sin apenas descansos y aún tiene firmadas otras 6 campañas con el Real Madrid. El Ferrari está pasado de kilómetros y necesita un reglaje para no echarse a perder antes de lo previsto.