Eurocopa 2004 | Letonia 0 - Alemania 0

Atraco al buen fútbol

El inglés Riley impidió la victoria de Letonia

Ladislao J. Moñino
reuters

Lo grandioso del fútbol es que puede igualar las diferencias. Más en un partido en el que los contrastes entre alemanes y letones eran de todas las clases. 22.000 alemanes contra 300 letones en la grada: diferencias de economía y de tradición en el juego. Nada de eso le importó a esta nueva nación futbolística, que ha entrado en la élite con todos los honores.

Otro contraste. Once letones contra un alemán en la hierba: Ballack. Un equipo contra un crack. Ya pasó en el Mundial y está sucediendo en esta Eurocopa: el tipo quiere gobernar. Con fama de desganado, por esos andares dejados cuando se desplaza de un lado a otro, Alemania es, fundamentalmente, lo que produce su número trece. De repente, saca la zurda para un pase medido, como saca la derecha para cambiar la orientación del juego. Ballack se siente muy cómodo en ese papel polifuncional que tiene: ordena, corrige, chuta desde fuera del área, baja a ofrecerse como primera opción de pase para sus centrales. Es de esos futbolistas a los que el exceso de protagonismo les agranda en vez de menguarlos. Como todo lo hace bien, por cualquier zona del campo se siente importante. En su caso no cabe el quiere hacer más cosas de las que puede y eso le pierde. En este tipo de escaparates, Ballack luce mucho, pero ayer nadie le acompañó con el nivel de exigencia que requería el rival.

Letonia fue siempre once futbolistas muy convencidos de que, si hacen lo que saben, le pueden complicar la vida a cualquiera. Probablemente, otro equipo menos potente que la República Checa no les hubiese remontado en la primera jornada. Tienen la timidez lógica del novato, que siempre coacciona el atrevimiento, pero cada que vez se soltaban la liaban. Verpakovskis lo demostró con un par de giros de cintura en el círculo central y una explosiva arrancada que le puso solo delante de Kahn, que tuvo que hacer la primera parada seria del partido. Esa prodigiosa carrera que sentó a Ballack, Wörns, y Hamann habrá disparado su cotización a estas horas. Como un baile que le hizo a Baumann en el área, que le agarró claramente y Riley se lo perdonó. Y ya en el minuto 82, otra acción en la que Wörns pudo haber cometido penalti sobre él.

Desprestigio.

Ya se le vieron al ingles las intenciones en el primer minuto cuando le mostró la amarilla a Isakovs por nada. Allá la UEFA con las designaciones arbitrales. Pero equipos como Letonia merecen que, por lo menos, no les quiten. Por el bien del juego y la solera de la competición. Ya desprestigió bastante la FIFA el Mundial con los esperpentos de Japón y Corea. Probablemente, el teléfono del representante de Verpakovskis anoche se chamuscó. Lo mismo para el de Rubins, que es una bala por la izquierda capaz de sacar una rosca tensa tras un carretón de cuarenta metros con los pesados alemanes persiguiéndole con la lengua fuera. El contraste era tremendo entre el físico germánico de los defensas de Völler y la livianidad de los atacantes letones. Como todo lo que rodeaba al partido. Pero Riley se empeñó en igualar lo que el juego debió desequilibrar: el marcador. Pese a esta mala noticia, que los letones sigan vivos en la competición es de agradecer. Holanda lo puede pasar mal y quién sabe si no se está cociendo la campanada de esta Eurocopa. En la última jornada los cuatro equipos van a llegar con posibilidades. Nadie contaba con esta Letonia que ayer se le rebeló a Alemania como ya hizo con Chequia. Puede armarla. Si la dejan los de negro, claro.

El detalle: Primer punto en una Euro

Los integrantes de la selección letona celebraron a lo grande, sobre el césped del estadio de Do Bessa, el primer punto de Letonia en la fase final de una Eurocopa.

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