Eurocopa 2004 | Holanda 2 - Rep. Checa 3

¡Qué locura de partido!

Apoteósica victoria checa frente a un gran rival

Eduardo Torrico
reuters

Por fin un partido de fútbol! Ha habido que esperar al ecuador de la Eurocopa, pero ha merecido la pena. Holanda y la República Checa depararon ayer un formidable espectáculo, que deja en evidencia a quienes sostienen que, con temporadas tan duras como las de ahora, es imposible jugar bien al fútbol en Mundiales o en Eurocopas. Lo del cansancio físico es una falacia con la que se intenta justificar el fracaso de unos equipos y el aburguesamiento de unos jugadores. Holandeses y checos corrieron sin desmayo durante los noventa minutos y cualquiera diría que algunos de ellos llevaban más de setenta partidos en sus pies. Ganaron los checos, abonados a las remontadas épicas, pero lo lógico es pensar que los holandeses van a pasar también a la segunda fase, porque los alemanes continúan haciendo el ridículo en Portugal.

La primera parte de ayer en Aveiro fue de ensueño. Empezó, a los dos minutos, Koller con un disparo alto y siguió Bouma con su gol, logrado al cabecear, sin oposición alguna, una falta sacada por Cocu junto a la banda derecha. Holanda se aprovechó del desconcierto en que el tanto había dejado a los checos para sitiar el área de Cech. Una falta botada por Seedorf; otro tiro lejano del ex madridista; una colada de Robben finalizada con un zurdazo que detiene Cech... Se mascaba el segundo gol y, en efecto, no tardó en llegar: Davids, desde la línea de medios, envió a Robben, que centró para que Van Nistelrooy, que salía de una situación de fuera de juego, marcara a placer.

La contienda parecía sentencida, pero la República Checa estaba lejos de arrojar la toalla. Cuatro minutos más tarde, Baros roba el balón en el círculo central, enfila hacia el área y allí se lo entrega a Koller para que acorte distancias. El partido se igualó tremendamente en ese momento, y no ya sólo en cuanto a juego, sino también en cuanto a ocasiones. Réplica y contrarréplica. A dos tremendos disparos desde más de treinta metros de Heitinga (despejado por Cech) y de Seedorf (desviado por muy poco), contestaba Koller con un inverosímil taconazo que a punto estaba de convertirse en el empate a dos. El show de este sensacional primer periodo lo cerraría Davids con un disparo raso y lejano, casi desde la vecina Oporto, que se perdió junto al poste por milímetros.

Vuelco. Los checos comenzaron la segunda mitad evidenciando que iban a por la remontada. Primero Poborsky y después Nedved ponen a prueba a Van der Saar. Contesta Holanda: internada de Robben con remate de Van Nistelrooy y paradón de Cech. Fue, tal vez, el canto del cisne para Holanda, porque poco después entraría al campo Heinz y, como en el partido anterior contra Letonia, la República Checa ganaba en capacidad de penetración.

Baros está en su salsa y pone de nuevo a prueba al portero oranje en el minuto 71. En el 75, Heitinga ve la segunda amarilla y los checos se crecen. Un minuto más tarde, Nedved casi marca; lo vuelve a impedir Van der Saar. En el 79, la ocasión es para Rosicky, pero ahí está de nuevo Van der Saar. En el 85, Nedved, desde treinta y cinco metros, estrella el balón en el larguero. Y en el 89, el delirio: Baros cede a Heinz, que dispara desde fuera del área; Van der Saar rechaza, pero el balón lo recoge Poborsky y se lo da a Smicer para que marque y le dé una sensacional victoria a la República Checa, que confirma con su partidazo de anoche que va de cabeza a por el título. Apoteósico, simplemente apoteósico.

El detalle: Mejuto estuvo a la altura

Mejuto González se contagió de la fiesta. El árbitro español estuvo bien. Su único error fue no amonestar a Robben por esta escalofriante entrada a Rosicky.

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