Eurocopa 2004 | Grecia-España

Sáez esconde por vez primera la alineación

Habrá cambios, pero el técnico no quiere dar pistas a Grecia

Si no es miedo, tiene los ojitos idénticos. Por primera vez desde que es seleccionador, Iñaki Sáez no hizo pública la alineación el día antes del partido. Lo explicó diciendo que así se lo habían recomendado en el seno de los que trabajan con él y señaló que es un modo de no dar ventajas a los griegos, cuyo planteamiento dependerá de los futbolistas que alinee España. Hay que indicar que Sáez tiene como colaboradores a dos ayudantes (Ufarte y Santisteban), un espía de rivales (Meléndez), dos entrenadores de porteros (Jaro y Ochotorena) y dos ojeadores (Nieto y Fraile). Que se sepa, ni un seno. Eso sí, más votos que en las elecciones europeas.

Partiendo de la base de que no tiene mucha lógica esconder el equipo ante Grecia, porque se da importancia a un conjunto inferior, lo tendría menos si no hay cambios con respecto al primer encuentro o los cambios a introducir no modifican el esquema: Xabi Alonso por Baraja o Albelda y Torres por Morientes. Sólo tendría algún sentido (y poco) si lo que pretende Sáez es modificar ligeramente el sistema: Valerón de mediapunta imaginativo y Raúl de ariete móvil, versión que sacrifica remate pero que ofrece más dinamismo, un modo menos rígido de atacar a un equipo muy cerrado, el que nos espera. Con esa pareja atacante se la jugó Sáez en Noruega, en la repesca. Y le resultó.

La inamovible presencia de Raúl en el equipo, pese a no estar bien, seguirá siendo motivo de polémica, más aún cuando es su territorio (la mediapunta) lo que se pretende reactivar. Pero hay quien entiende (el técnico, entre otros) que sustituirlo o simplemente darle descanso es renegar de su flamante aportación a España, una traición al líder, una aberración histórica. Y no lo es. Es peor establecer privilegios, crear intocables. Eso no favorece al grupo, a la competencia. Si Morientes o Baraja son relevados sin traumas debería ocurrir lo mismo con Raúl, un jugador incomparable, pero cuando está en forma. Y también se puede ser líder desde el banquillo. Insisto: no se plantea la jubilación, sino el recambio.

Tal era la intriga ayer, que el último de los rumores apuntaba a Joaquín como sustituto de Etxeberria. Entretanto, Sáez ensayaba con un partido entre los titulares ante Rusia contra los suplentes.

Mientras nos consume la incertidumbre, Grecia nos espera tan sorprendida como nosotros por su victoria ante Portugal, el mayor logro de su historia tras quedar por delante de España en el grupo de clasificación a la Eurocopa. No juegan ni Tsiartas ni Nikolaidis y Rehhagel seguirá apostando con un equipo ultra conservador con ocho jugadores defensivos y tres ofensivos. Tres mil griegos en las gradas contra 10.000 españoles. Algo así será el partido.

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