Eurocopa 2004 | Grupo A - Portugal

Deco les gana la partida a Figo y a Rui Costa

Scolari pondrá de titular al portista frente a Grecia

eduardo torrico
reuters

Scolari es más gaucho que todos los gauchos juntos. Un periodista brasileño intentaba explicar ayer con esta frase que no es fácil que el seleccionador de Portugal dé su brazo a torcer e introduzca los cambios en el equipo que le reclaman aficionados y medios de comunicación. Los gauchos brasileños tienen una bien ganada fama de testarudos. Nacidos y crecidos en una tierra dura que linda con Argentina y Uruguay, los conflictos de toda índole han proliferado siempre en ella y sólo han podido salir adelante con fuertes dosis de determinación. Scolari es el mejor representante de los gauchos. Prescindió de Romario hace dos años para el Mundial de Corea y Japón, cuando todo Brasil exigía su presencia, y confió en un Ronaldo cojitranco que llevaba año y medio sin jugar por su lesión. Los brasileños pedían también que la canarinha volviera a hacer el jogo bonito de toda la vida, pero Scolari se mantuvo en sus trece de jugar con tres centrales y un mediocampo ultradefensivo. Scolari ganó el Mundial, pero no siguió como seleccionador. Fue su forma de contestar a las críticas. Ahí os quedáis; ahora os las apañáis solitos, vino a decir a sus compatriotas.

Por fin titular.

Scolari ha sido igual de contestado en Portugal. Quienes más han pagado la tozudez de Scolari han sido Deco y Ricardo Carvalho. Lo de Deco no se explica. Fue Scolari el que le convenció para que jugara con la selección portuguesa en lugar de hacerlo con la brasileña, pero después de su debut (precisamente contra Brasil, en Oporto, partido en el que marcó el gol de la victoria) empezó a marginarlo, accediendo así a los deseos de Figo y de Rui Costa, contrarios a la presencia de nacionalizados en el equipo nacional. Tras el fracaso ante Grecia en la inauguración, Scolari cederá y Deco jugará como titular en el puesto de Ruis Costa.

un hombre contento

Deco está contento. Acaso sea el único integrante de la selección portuguesa que tenga motivos para serlo en estos días de zozobra deportiva. No sólo parece haberle ganado la partida a Figo y Rui Costa, que se oponían a su presencia en el equipo por ser nacionalizado, sino que está a un paso de firmar con el Chelsea. El Oporto ha cedido a la oferta de Roman Abramovich. El hombre de confianza de éste, Peter Kenyon, se ha presentado en Portugal con 27 millones de euros bajo el brazo. Una cifra suficiente para convencer a Jorge Nuno Pinto da Costa, que ya ha dejado que José Mourinho se fuera a Londres para entrenar al equipo del magnate ruso y que ha traspasado a Paulo Ferreira. Hecho lo de Deco, el próximo en el paquete podría ser el centrocampista Costinha.

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