Dos rebotes ponen al Betis en Champions

Los rebotes fueron suficiente bagaje para que el Betis sacara oro de El Sadar: tres puntos que lo ponen en posiciones de Champions (ojo, jornada 14) y colocan a Osasuna en puestos de descenso. Juande vuelve a las andadas del éxito a pesar de Halloween y otros escándalos y Lotina, que ya anunció el jueves que se marcha a final de temporada, corre el riesgo de hacer las maletas antes de tiempo.

Resultados, espada de Damocles para los entrenadores. Las intenciones, el juego y las palabras no sirven para nada, para desgracia de los cercanos a Valdano... Ya lo dijo un colega: por mucho que le pese a los anticlementistas, los patadones y el rebote siempre acaban ganando algún partido. Así empezó todo para Osasuna. El balón lo tenía el Betis, que tocaba y tocaba de forma estéril, exceptuando un envenenado centro de Joaquín y un cabezazo de Joao Tomás al larguero; Denilson, que parece haberse reenganchado al individualismo (pecó de él contra el Rayo y volvió a hacerlo ayer) era sujetado por un recién llegado, Izquierdo. Capi se diluía en una maraña centrocampista dominada por Puñal, Gancedo y, sobre todo, sus compañeros Bejamín e Ito (inmensos en la recuperación). Joaquín, simplemente, se quitaba de enmedio. El único que le daba sentido a la pelota era Osasuna, que pronto localizó el talón de Aquiles bético, los balones aéreos. Así, a patadón limpio, los rojillos rondaban con peligro un área morada por Prats y los diez enanitos. El portero mallorquín detuvo cabezazos a Cruchaga, Rosado, Fernando y... Armentano.

Sí, Armentano. El delantero italo-argentino volvió a la titularidad con tantas ganas de marcar que al final lo acabó haciendo en propia puerta. Fue un gol traicionero, que desbarajustó por completo a un Osasuna que entonces, a comienzos de la segunda parte, ya había hecho alarde de su fragilidad defensiva (desastrosa la conexión chilena Contreras-Olarra) facilitando dos ocasiones que desaprovechó el luso Joao Tomás.

Pero el partido parecía escrito por Clemente: no era tarde para que venciera el fútbol, sino el patadón. Si un rebote de Armentano ponía al Betis por delante, otro de Contreras, a chutazo de Cañas, ampliaba la ventaja en el marcador para sentenciar los tres puntos del lado bético. Y eso que Rosado, cuando faltaba todavía casi un cuarto de hora, puso la jugada, el honor, el gol osasunista y los redaños en la garganta verdiblanca, que canta victoria a pesar del fútbol. Halloween le sienta bien a Juande, que sigue dando calabazas al fracaso. Osasuna y Lotina, que no hicieron méritos para perder, encadenan ya cuatro partidos sin ganar.

EL DETALLE. Mejuto arregló una de las porterías

Mejuto, que estuvo demasiado espeso durante todo el partido (sobre todo en un fuera de juego de Armentano que no existió), tuvo su mejor actuación de la tarde al hacer de operario y arreglar la red de una de las porterías antes del comienzo de la segunda parte.