ROMA
Se va el hombre que paró a Ronaldo
A sus 33 años, César Gómez, el hombre que mejor paró a Ronaldo, no se siente motivado para seguir en el fútbol. Tras cuatro años prácticamente sin hacerlo, con la única obligación de ir a Trigoria, ciudad deportiva del Roma, para entrenar, el jugador madrileño quiere dedicarse "a hacer otras cosas".
"El fútbol visto desde fuera es muy bonito, pero esa imagen es irreal, te quita parte de la vida cotidiana; por eso, lo mejor es retirarme". Sin embargo, no le gustaría apartarse del mundillo futbolístico: "Quiero entrenar a un equipo de chavales, pero no en un club profesional; prefiero una escuela de fútbol o similar".
A pesar de que vivió un ostracismo en Roma, afirma que "no tenía más remedio que tomármelo con calma. Aprendí mucho de ello y me ha ayudado a formarme como persona. Además, como no jugaba, tenía más tiempo para dedicarme a otras cosas, como mis negocios o conocer mejor la cultura italiana". No guarda rencor a nadie, ni siquiera a su primer entrenador en Italia, Zdenek Zeman, del que piensa que "se limitaba a hacer su trabajo. Mi relación con él era cordial, no tuve ningún problema. Además, pienso que ofensivamente es el mejor técnico del mundo".
La llegada un nuevo entrenador, en 1999, llegó a ilusionar al jugador. Fabio Capello entrenó al Madrid el mismo año que César Gómez se hizo famoso por sus marcajes a Ronaldo: "El inconveniente fue que ya tenía problemas con el Roma, ya que desde el primer año me dijeron que me buscara equipo y cuando lo encontraba cambiaban de idea, porque no les interesaba venderme y que luego triunfara. La presión para ellos hubiera sido muy grande", afirma el jugador.
No tuvo demasiada fortuna en su aventura italiana, pero recomienda "a cualquier futbolista ir al Calcio, aunque el juego que se practica no me convence. No me extrañan nada los últimos resultados de los italianos en Europa".