1x1 Barcelona: Lewandowski y Frenkie levantan al Camp Nou
El ariete polaco, con sus dos goles, y el medio holandés, con su despliegue de facultades como pivote, se llevaron las ovaciones más largas del respetable.
Ter Stegen: No tuvo ninguna intervención durante los noventa minutos. El Villarreal no disparó entre los tres palos, aunque es cierto que al final del partido tuvo un chut que se fue muy cerca del poste. Bien en la salida de balón con los pies.
Sergi Roberto: Sigue teniendo muchos problemas a la hora de marcar a su hombre, aunque hay que reconocer que en esta ocasión se le vio más aliviado, al no tener a Vinicius enfrente. Corre como el que más, pero se le nota incómodo de lateral derecho. No se amilanó a la hora de incorporarse arriba y buscar asociaciones en ataque.
Koundé: Estamos posiblemente ante uno de los mejores centrales del mundo. El francés lo hizo todo perfecto. Se entiende que Alemany insinuara poner dinero de su bolsillo para poder inscribirlo. Es un jugador superlativo.
Marcos Alonso: Cumplió con creces como central izquierdo gracias a su agresividad y contundencia. Se entendió muy bien tanto con Koundé como con Alba.
Alba: Partidazo. Si cada vez que sale al campo es con esta intensidad y rigurosidad, va a ponerles las cosas muy difíciles a Balde y Alonso. Dio la asistencia del primer gol, tras un gran pase de Pedri, y supo secar las incursiones por su banda. Se ofreció siempre en la salida de balón, buscó romper líneas con desmarques, encontró a sus compañeros. Un partido de los que resucitan a un muerto.
Frenkie: Soberbio. Verle jugar como pivote defensivo fue una exhibición de cabo a rabo. La facilidad con la que rompía líneas, el modo en el que se asociaba, la intensidad en la presión, su despliegue físico por todo el campo. La verdad es que a Sergio Busquets le ha salida un durísimo competidor. Acabó siendo sustituido en el minuto 60 por molestias en el gemelo. Se llevó la ovación de la noche.
Pedri: Todo lo que hace tiene un sentido o un por qué. El canario supo leer la necesidad del partido en todo momento, cuándo había que acelerar y cuándo había que ralentizarlo. Para ver una y mil veces el pase al espacio que le hace a Alba para que centrara en el primer gol.
Gavi: Sinónimo de intensidad por excelencia. No perdona ni un balón, no deja respirar ni un segundo, aprieta hasta la extenuación y no se rinde nunca. Un guerrero de este nivel es oro puro para un entrenador. Y tiene sólo 18 años. El segundo gol llega tras una jugada del sevillano, que pese que le hicieron fata, siguió jugando hasta el final.
Ferran: Tuvo unos primeros 45 minutos de notable alto, partiendo desde la banda derecha. De hecho, el gol de Fati viene de una jugada suya, donde deja en el suelo a un defensar y centra para que Ansu remate a trancas y barrancas, primero al palo y luego de tacón al fondo de la red. En la segunda parte pasó más desapercibido, pero estuvo cerca de marcar, en un remate que acabó en el cuerpo de Rulli.
Lewandowski: El polaco sigue a lo suyo, que es básicamente, hincharse a marcar goles. Dos más en el zurrón y ya suma 11 en LaLiga tras 10 jornadas. El primero, con una demostración de fuerza y astucia, aprovechando un error del meta del Villarreal, y el segundo, con un remate ajustado, lejos del alcance de Rulli. El Camp Nou le despidió con una ovación espectacular y coreando su nombre cuando fue sustituido en el minuto 73.
Ansu: Buen partido del joven delantero, jugando en la banda izquierda. Si en el Clásico regaló una gran asistencia, ante el Villarreal, acabó marcando, con un poco de fortuna, ya que el balón, que había rebotado al poste, le volvió para que marcara en la misma línea de gol, utilizando el tacón. Sigue en línea ascendente buscando reencontrarse al Fati que maravilló al mundo antes de las lesiones.
CAMBIOS:
Sergio Busquets: Saltó al campo en el minuto 60 por un Frenkie de Jong ‘tocado’. Su misión era dormir el partido y prácticamente lo hibernó.
Bellerín: Buenos minutos del canterano en la banda derecha, que salía de una lesión en el sóleo.
Dembélé: Jugó en la derecha, pero sin hacer locuras ni jugadas extrañas. Dio una gran asistencia a Raphinha, que desaprovechó a boca de gol.
Raphinha: Sigue gafado, como demostró en una acción clarísima, tras un gran pase de Ousmane. Al menos a nivel de presión sin balón, su actitud es intachable.
Piqué: Pitado al saltar al campo. Salió en sustitución de un Koundé pletórico. En los pocos minutos que jugó, acabó siendo más aplaudido que silbado.