A sus 96 años, Giuseppe Paterno se ha enfrentado a muchas pruebas en la vida: la pobreza infantil, la guerra y, más recientemente, la pandemia de coronavirus. Ahora ha superado un examen que lo convierte en el graduado universitario más antiguo de Italia tras licenciarse en Historia y Filosofía.

Esta semana, el ex trabajador ferroviario dio un paso adelante para recibir su diploma y la tradicional corona de laurel que se otorga a los estudiantes italianos cuando se gradúan, siendo aplaudido por su familia, sus profesores y sus compañeros de estudios más de 70 años más jóvenes que él.

"Soy una persona normal, como muchos otros", dijo en entrevista a Reuters cuando se le preguntó qué se sentía al graduarse tan mayor. "En términos de edad he superado a todos los demás, pero no lo hice por eso".

Ya a sus 90 años, cuando se inscribió en la Universidad de Palermo para obtener una licenciatura en Historia y Filosofía, Paterno creció amando los libros, pero nunca tuvo la oportunidad de estudiar.

"Dije, 'eso es todo, ahora o nunca', y así en 2017, decidí inscribirme", dijo a Reuters. "Entendí que era un poco tarde para obtener un título de tres años, pero me dije a mí mismo 'veamos si puedo hacerlo'". Y lo consiguió.

El miércoles, se graduó el primero de su clase con honores, recibiendo las felicitaciones del rector de la universidad Fabrizio Micari.

De la II Guerra Mundial a la pandemia

Creciendo en una familia pobre en Sicilia en los años anteriores a la Gran Depresión, Paterno recibió sólo una escolaridad básica de niño. Se unió a la marina y sirvió durante la Segunda Guerra Mundial antes de trabajar en los ferrocarriles. Después se casó y tuvo dos hijos.

En una sociedad centrada en la reconstrucción después de la guerra, el trabajo y la familia eran las prioridades, pero Paterno quería aprender y se graduó de la escuela secundaria a la edad de 31 años, siempre albergando el deseo de ir más allá.

"El conocimiento es como una maleta que llevo conmigo, es un tesoro", dijo.

Paterno confesó un poco de inquietud por las videoconferencias que sustituyeron a la enseñanza en las aulas durante el cierre del coronavirus, pero dijo que no se desanimó por la enfermedad en sí misma después de la guerra y todo lo demás que había pasado.

"Todo eso nos fortaleció, a todos mis compañeros, a todos los que aún están vivos", dijo. "En realidad no nos asustó tanto".

En cuanto a lo que planeaba hacer a continuación, dijo que no iba a parar ahora que se había graduado.