En teoría, a estas alturas todos deberíamos entender por qué lavarse las manos y mantener buenas prácticas de higiene es importante en los tiempos que vivimos. Pero nunca viene mal una nueva demostración, como es vídeo de la televisión pública japonesa NHK.

La NHK hizo un vídeo con expertos en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Kawasaki. El objetivo era organizar una comida tipo buffet para 10 personas y ver qué pasa con las bacterias y virus que se extienden.

Colocaron un poco de pintura fluorescente en la mano de una persona "infectada" para simular una tos en su mano, y luego dejaron a los participantes en el buffet durante los siguientes 30 minutos.

Estamos seguros de que todos se sintieron un poco enfermos después de que las luces fluorescentes se encendieron para revelar la propagación de esa pequeña propiedad de pintura.

Como pueden ver en el video de arriba, la "infección" se extendió... por todas partes. La pintura se extendió a las manos de cada uno de los participantes, y tres terminaron con la pintura en su cara.

El equipo descubrió que las pinzas, los platos y el asa de la jarra de la bebida fueron los principales culpables de la propagación. Esta simple demostración muestra la facilidad con la que los gérmenes se pueden propagar a través del contacto y las superficies contaminadas.

La NHK y los expertos hicieron un segundo experimento también. Esta vez, fueron mucho más diligentes acerca de las prácticas de higiene utilizadas en el buffet. Se separaron los platos, se intercambiaron frecuentemente las pinzas por otros limpios y se animó a los participantes a que se limpiaran las manos con frecuencia.

En esa versión de la comida, nadie más que la persona originalmente contaminada terminó con la "infección" fluorescente.

Deberíamos tomar nota.