Fue una de las series de moda entre 1997 y 2003. Buffy, cazavampiros se convirtió en una de esas producciones que antes de la 'era Netflix' más seguidores tenía. Contó con 7 temporadas, dio lugar a un spin-off (Ángel, que tuvo menos éxito), y dejó uno de los rostros del momento, la actriz Sarah Michelle Gellar.

Gellar (Nueva York; 14 de abril de 1977) ya había comenzado su carrera antes de meterse en la piel de la Cazavampiros, proyecto que por cierto estuvo creado por Josh Whedon y que partía de una película anterior de 1993, donde se muestra por primera vez al personaje, aunque con el rostro de la actriz Kristy Swanson.

Gellar tenía al comenzar la serie 18 años, y salió de ella convertida en uno de los rostros más prometedores gracias a una historia que jugaba con la idea de la rubia en apuros ante los monstruos, y le daba la vuelta.

La actriz participó ya el primer año en el que estuvo en Buffy en las películas Sé lo que hicisteis el último verano y Scream 2, dos clásicos del terror adolescente.

Seducción a la carta (1999), y Crueles intenciones (1999), fueron otras de las producciones en cine en las que participó durante la serie. Y después llegaría Scooby-Doo (2002), la primera película en acción real del perro detective de lo paranormal y su curiosa pandilla, una cinta que aunque funcionó en taquilla fue muy mal criticada, pero en la que Geller conocería al que después se convertiría en su marido: el también actor Freddie Prinze.

Después, tras la serie, Sarah Michelle comenzó a trabajar como rostro recurrente en películas de Terror. El Grito (2006), el mítico remake de la película japonesa, fue una de las mejores que hizo, junto con su secuela, El Regreso o Posesión (2009).

Sin embargo desde entonces su labor como rostro recurrente va yendo a menos, aunque la actriz no estaba parada. Comenzó a doblar películas de animación como Tortugas Ninja o series como Star Wars Rebels.

Tras un par de series ahora en acción real que no pasaron de su primera temporada, la intérprete decide alrededor de 2012 hacer un parón en su carrera para cuidar de sus dos hijos, y se ha dedicado a lanzar una firma que ofrece kits para que los más pequeños aprendan a cocinar, además de apadrinar varias causas en contra de la malnutrición y la obesidad infantil.

Su última aparición fue un cameo en la serie Big Bang Theory.