No es la primera vez que un profesor conquista las redes sociales con insólitas historias que ocurren en los centros de enseñanza donde trabajan o bien con sus alumnos de lo más variopintos. En esta ocasión, los focos se centran en un dramaturgo, poeta y docente llamado Ernesto Filardi que ejerce su profesión en un colegio de Toronto (Canadá).

Filardi ha querido compartir con el resto de usuarios de Twitter lo que ocurre desde que empezó a trabajar en ese colegio de Toronto. “Es un cole de primaria aquí. Está cerca de muchas facultades y de los hospitales universitarios con lo que muchos de los críos son hijos de médicos o estudiantes (de medicina u otras carreras) que vienen de otros países a hacer prácticas o un postgrado o lo que sea”, comienza contando a través de su perfil en esta red social.

“Por mi puesto tengo que ir de clase en clase trabajando individualmente con algunos alumnos. Y claro, en estos primeros días he sido ‘la novedad’ en muchas clases. Peques que ven una cara nueva y empiezan a preguntar cómo te llamas”, continúa explicando. Filardi también cuenta que en su centro hay alumnos de diversas nacionalidades, concretamente unas 76 nacionalidades distintas.

El docente les dice a todos cómo se llama aunque explica que varios de sus alumnos encuentran dificultades a la hora de pronunciar “Ernesto Filardi” debido a la erre de su nombre. “Entre eso, que al día después no se acuerdan porque tienen cosas más importantes en la cabeza y que a los peques les encanta inventarse nombres graciosos, es una risa ver cómo me llaman. Mi favorito es Tornado pero también Neneto y Bernardo”, tuitea con humor.

Entre tanto cambio de nombre para Ernesto, el profesor decisión darle todavía un poco más de humor a la situación. Le advirtió a uno de sus alumnos que si el niño le cambiaba el nombre, él también se lo cambiaría a su alumno. Y así fue. “Y no se me ocurrió otra tontería en ese momento más que decir que le iba a llamar Condemor”, publica junto a un gif del querido humorista.

“Lo maravilloso de todo esto va a ser cuando sus padres terminen las prácticas en la uní, vuelvan a sus respectivos países y todos esos críos se pongan a difundir por el mundo la palabra de Chiquito de la Calzada. LA DIÁSPORA CHIQUIRISTANÍ”, concluye en Twitter.