Los baños públicos no están diseñados para disfrutar de maravillosas vistas ni para hacernos sentir lo más cómodos posible (sobre todo si hablamos de los cubículos que instalan en las verbenas populares). Están simplemente ahí para una función: la de satisfacer nuestras necesidades. Pero, a manos de unos creativos arquitectos, eso puede cambiar.

Como de costumbre, la obra nos llega de mano de Noruega, el país experto en convertir en arte todo lo que toca. Una de las últimas creaciones que hemos visto es 'Ureddplassen', un baño público situado en el municipio de Gildeskål. Mientras en la fotografía vemos algo parecido a un hotel, realmente se trata de un baño. Un simple baño público. Aunque de simple tiene poco.

El servicio, obra de los arquitectos Marit Justine Haugen de Oslo y Dan Zohar, está disponible desde hace un año y medio y se le conoce por el nombre de 'Ureddplassen'. Junto a una ola de vidrio como techo y una terraza con vistas a los fiordos de la costa occidental de Noruega y a las montañas de Lofoten Wall, el servicio se ha consolidado como el más bonito del mundo (y si hay alguno mejor, queremos verlo).

Eso sí, la creación no ha sido precisamente barata: ha costado 1,4 millones de libras, según señala Nasjonale turistvejer. El baño público se trata solo de una zona de descanso. Además de los maravillosos paisajes de mar y montaña, la zona recoge alguna de las obras arquitectónicas más impactantes del turismo.