Seguramente sean los mayores héroes del Tour de Francia. En su camión, y armados con unos botes de pintura y dos rodillos, dos trabajadores de la organización de la carrera se dedican a ir recorriendo las etapas y disimulandos los penes que los aficionados han tenido a bien dibujar en la carretera.

Un vídeo que muestra el trabajo de estos dos operarios se ha hecho viral después de que fuera publicado por el medio holandés NOS. En él los vemos hacer su trabajo, cambiando los falos por búhos o mariposas con mucha imaginación y unos cuantos brochazos de pintura.

Pero todo tiene su origen. Estas dos personas han sido contratadas por ASO (Amaury Sport Organisation), la empresa que organiza el Tour, después de que varias ediciones se hayan visto repletas de penes en sus calzadas en los últimos años.

El pene pionero, en una etapa de 2016

En el Tour históricamente ha sido habitual ver los nombres de los corredores en la calzada con signos de apoyo. Es parte del paisaje. Sin embargo, en 2016 apareció por primera vez un enorme falo dibujado en la segunda etapa de aquella edición que unía Saint-Lô y Cherbourg-en-Cotentin.

Seguramente este no fuera el primer dibujo de este tipo, pero sí el primero que recogían los medios. Y claro, hicimos de él un efecto llamada. Pronto esa edición se comenzó a llenar de penes en la carretera. ¿Por qué? Bueno, la analogía con una flecha que indica la meta y el ver a los ciclistas salir disparados de ellos dan una explicación rápida.

Dibujar penes es, aunque no lo parezca, algo a lo que los humanos nos hemos dedicado desde que manejamos el arte del dibujo. Igual que los niños que los dibujan en los pupitres del colegio, uno de los graffitis más antiguos que se conocen del mundo clásico, con más de 2.500 años de antiguedad, es también un falo tallado en pieda.

Algo que no ha cambiado en más de dos milenios.