Puede que parezca una idílica playa de Maldivas pero nada mas lejos de la realidad. A pesar de ser conocido como “las Maldivas rusas”, este lago de aguas cristalinas es en realidad un basurero químico donde la central de carbón SIberian Generating Company arroja sus residuos tóxicos.

Durante las últimas semanas son muchos los instagramers que se acercan hasta la ciudad de Novosibirk para intentar capturar la mejor fotopostureo con el fin de presumir de playa paradisíaca en sus cuentas de Instagram. Sin embargo, muy pocos conocen la peligrosidad de adentrarse en esas aguas.

La propia central de carbón ha explicado que el color turquesa de las aguas de este lago se deben a la reacción química que se forma a partir de las sales de calcio y otros óxidos metálicos cuando se disuelven en el fondo. Tanto Siberian Generating Company como las autoridades rusas se han visto en la obligación de alertar del peligro que supone bañarse en esas nocivas aguas.

Si bien no supone un peligro mortal, los altos índices de pH del agua pueden llegar a producir alergias muy peligrosas; además las aguas son tan arcillosas que sería prácticamente imposible salir del lago en caso de caer en ellas, ni siquiera nadando.

Algunos de los instagramers que han visitado la zona aseguran que en el lugar hay fuertes olores a detergente así como vapores venenosos y plantas marchitas debido a los residuos que se vierten allí. “Ya se me fue el sarpullido pero no recomiendo probar esta agua”, asegura uno de sus visitantes.

Basta con acceder a la ubicación del lago en Instagram para observar la cantidad inconscientes que se adentran en estas aguas para obtener una foto y miles de likes en la red social del postureo por excelencia.

El mismo problema en A Coruña

Dentro de nuestras fronteras también encontramos un lago de aguas cristalinas -e igual de peligrosas- donde cientos de instagramers buscan su mejor instantánea. Concretamente en Monte Neme, situado entre las localidades de Carballo y Malpica de Bergantiños (A Coruña).

Se trata de una antigua mina de wolframio explotada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial por lo que sus aguas son altamente tóxicas. Y ahora en pleno 2019, ya no se busca ese preciado material si no likes.

Sorprendentemente son muchos los que se acercan hasta la provincia gallega para lograr la foto más original sin pensar que esta imprudencia les pueda llegar a provocar cáncer o cualquier otro tipo de patologías. “Dos semanas con una reacción alérgica.. Pero mereció la pena por mi foto”, cuenta de manera orgullosa una usuaria en Twitter.