El vídeo se ha hecho viral en los últimos días a través de Instagram y Twitter principalmente. Una chica joven abre una tarrina de helado en el supermercado, le pega un lametazo, le vuelve a poner la tapa, y lo deja de nuevo en la nevera.

¿Gamberrada de muy mal gusto o un acto delictivo? Desde que el vídeo surgió el pasado 29 de junio parece que tanto la opinión pública como las autoridades lo tienen claro: lo que iba a ser un vídeo gracioso para viralizarlo en las redes sociales es en realidad un riesgo higiénico realmente importante.

Tras unos días de investigación, la policía de Lufkin, una población de tamaño medio en Texas, concluyó que había sido en un supermercado de la ciudad, y se puso en busca y captura de la 'chupadora psicópata de helados', como ya se la conocía.

El tema no es menor porque se podría enfrentar a penas de dos años de cárcel al considerarse un delito de segundo grado. Blue Bell, la marca de helado que sale en las imágenes, agradeció a los consumidores por alertar a la compañía sobre la manipulación. "Tomamos muy en serio este problema y actualmente estamos trabajando con las autoridades correspondientes", dijo la compañía en un comunicado.

La compañía instruyó a los gerentes de las tiendas para que retiraran todas las tarrinas de ese tamaño y ese modelo, y los funcionarios creen que el contenedor contaminado no se vendió. Debido a que la sospechosa es menor de edad, la policía está evaluando también la participación de su novio para determinar si enfrentará cargos o no, ya que el fue quien grabó el vídeo.