En los últimos días, anda rondando por Instagram varios vídeos en los que se puede ver a dos personas que parecen tarzanes modernos -y así se hacen llamar- con un enorme felino al que controlan totalmente.

El felino en cuestión es un ligre, un híbrido entre un león macho y una tigresa que solo existe en cautividad, dado que en libertad ambas especies viven en ecosistemas distintos que hacen muy improbable su cruce.

Las personas que acompañan al enorme animal, de más de 300 kilos y que se llama Apollo, son Mike Holston y Kody Antle, dos amantes de los animales que acumulan millones de seguidores en sus cuentas de Instagram gracias a su habilidad como domadores y su trabajo con animales peligrosos.

Apollo vive en el Safari Myrtle Beach, en Carolina del Sur, un centro privado donde se exhiben animales exóticos en régimen de semilibertad. Los ligres en cuestión llaman la atención por su enorme tamaño, mayor que las dos especies de las que procede, debido a que al cruzarse se pierden parte de los genes inhibidores del crecimiento que tienen ambas especies.

Hace unos años también fue popular Hércules, otro ligre que está catalogado como el más grande del mundo que llegó a pesar los 418 kilos. Sin embargo, este animal tan peculiar esconde su lado controvertido, como cualquier hibridación llevada a cabo por el ser humano.

Los ligres suelen vivir menos que sus ancestros sin hibridar y en la mayoría de los casos los machos nacen infértiles. Una cara B que seguramente no se cuente en los zoos y centros de exhibición donde se crían a estas especies.