Raúl Cimas volvía al plató de 'Late Motiv' una semana más cargado de sus chistes más elocuentes, su agenda (seguramente en blanco), y esas gafas con las que intenta darse a sí mismo un toque serio. Pero claro, la cosa deja de tener seriedad en cuanto el humorista albaceteño empieza a desvelar los temas sobre los que va a hablar.

En esta ocasión empezó hablando sobre los tamaños de las bocas. Ya podéis imaginar que la cosa no iba muy en serio. Sobre todo cuando señaló que esa noche había estado pensando mucho en la boca de Buenafuente porque no recordaba como era ahora que está tapada por su bigote.

Después de contar que había estudiado en la facultad de Ciencias de la Información "de andar por casa", se marcó unas imitaciones que nos recordaban al debate de antes de las elecciones que nada tienen que envidiar a los mejores imitadores del panorama nacional. Quizás por eso surgió el error de Andreu Buenafuente al despedir al cómico: "Amigos... Raúl Pérez. Volvemos mañana", concluyó Buenafuente.

"¡Me llamo Raúl Cimas!", respondió este entre lágrimas de la risa. Y claro, con tanta imitación, Buenafuente nombró a otro de los colaboradores habituales de 'Late Motiv' que es el gran imitador por excelencia: Raúl Pérez. Eso sí, la equivocación mereció la pena solo por ver a Cimas llorando de la risa abiertamente. "Hace mucho tiempo que no veo a Cimas descojonarse tan francamente", declara uno de los comentarios en Youtube.