Iba a ser un día de celebración para Estepona, pero parece ser que se ha convertido en un día más bien polémico (y con razón). La ciudad malagueña ha inaugurado el tobogán urbano más grande de Europa para unir en 38 metros de longitud las calles Reina Sofía y Eslovaquia. De esta manera, los vecinos no tienen que dar tanto rodeo en los trayectos.

Sin embargo, lo que parecía una buena noticia ha acabado desatando heridas y moratones. Y es que solo hace falta ver uno de los vídeos publicados en redes sociales para darnos cuenta de que el tobogán no transmite precisamente seguridad. Entre la velocidad a la que bajan los primeros valientes y los gritos de los que lo presencian, parece más bien una obra terrorífica de un parque de atracciones.

El material de acero inoxidable y la pendiente de entre 32 y 34 grados ha conseguido que muchos de los que se han tirado en pantalones cortos hayan sufrido rozaduras e incluso, según señalan algunos, quemaduras. O bien no se puede usar en verano (cosa no precisamente inteligente teniendo en cuenta que los meses calurosos en Estepona son muchos y muy concurridos) o, simplemente, no pensaron mucho en la seguridad de los viandantes a la hora de construir el tobogán.

Las imágenes tomadas y compartidas en redes sociales (y la comedia propia de Twitter) hablan por sí mismas:

Ante la polémica generada, esperamos que tomen medidas.