La última ocasión en la que Jesús de Nazaret compartió el pan y el vino con los doce apóstoles antes de su muerte se ha convertido tanto en un importante episodio evangélico como en un fenómeno artístico representado por decenas de pintores. El momento ha quedado recogido en un nombre que habrás escuchado cientos de veces: 'La última cena'.

El cuadro que se nos viene a la mente al oír 'La última cena' es el de Leonardo da Vinci, un mural situado en un convento de Milán considerado por muchos expertos como una de las mejores obras pictóricas del mundo.

Han sido miles historiadores del arte los que han analizado la obra de principio a fin y hoy ha sido Miguel del Pozo Puig, un arquitecto que comparte sus conocimientos artísticos en su cuenta de Twitter, el que nos ha desvelado varias curiosidades sobre 'La última cena'. Todo ha empezado con la siguiente pregunta: ¿por qué todos se sientan en el mismo lado? Pincha en el siguiente tuit para ver el hilo completo.

Según cuenta el tuitero, la obra de da Vinci no es la única que tuvo problemas a la hora de organizar la mesa sobre la que habían leído. Al no tener demasiados detalles sobre la distribución de la cena, los pintores tuvieron que arreglárselas para que los espectadores vieran a todos los apóstoles de cara, lo cual llevó en muchos casos a no colocarles aureola o a sentarse uno al lado de otro (como en la escena de Leonardo da Vinci).

Eso sí, otros muchos pintores dejaron a Judas sin compañía en el lado opuesto y sin aureola. El precio por traición sale caro incluso en el arte.