Una mujer con un rostro alargado, unos ojos saltones, sin nariz y con una sonrisa que da muy mal rollo. Así es Momo, el último viral que recorre las redes y que la ha plagado de bulos infundados.

Supuestamente, según han denunciado en las últimas semanas numerosos post en Facebook, esta imagen está apareciendo en muchos vídeos de Youtube Kids -la plataforma infantil de Youtube- incitando a los niños al suicidio. Según ha explicado la plataforma, esto es completamente falso y no se han detectado denuncias concretas por ello. Todo parece ser un bulo, en el que incluso ha caído Kim Kardashian, que lo denunció en uno de sus stories. ¿Pero cómo hemos llegado hasta aquí?

Momo es un creepypasta (una leyenda urbana de tono terrorífico que se difunde por internet) que comenzó a hacerse viral en 2018. Hace unos meses comenzó a difundirse que supuestamente un número desconocido te mandaba un mensaje de madrugada por Whatsapp en el que se incluía esta foto tan entrañable de la señora con los ojos saltones. A partir de ahí te podría pasar algo muy malo si no contestabas, como te explica este vídeo de aquí:

Sin embargo, como todo apunta, en realidad Momo era una forma de bullyng. La gente que se hacía pasar por el personaje conocía al receptor por sus redes sociales, dándole detalles de su vida que hacían que se creyera que realmente 'ese personaje' sabía todo de él. En otros casos, Momo también era un mecanismo de algunos hackers para conseguir datos personales. Así que ojo, el peligro era real, pero no había ningún monstruo detrás.

Momo es en realidad una estatua

En las últimas semanas, como decimos, un nuevo bulo se ha extendido sobre la inclusión de este personaje en vídeos de Youtube. El bulo se ha ido propagando de perfil en perfil por todo el mundo, y parece partir de una noticia real en la que se recogía que un vídeo infantil de Youtube incluyó un fragmento no detectado que sí incitaba al suicidio. Repetimos, fue un solo vídeo, y era un falso actor, no nada parecido a Momo.

¿Pero de dónde sale esa imagen? Momo es en realidad una escultura mostrada en un museo de Japón dedicado al terror. Es la figura de una arpía, una mujer con patas y alas de águila, que alguien recortó y comenzó a dar vueltas hasta originar el creepypasta.

El problema de Momo es que los padres que están dando pábulo al bulo y comentándolos por redes sociales le está sirviendo de altavoz para que los niños lo conozcan. Momo de hecho parecía desterrado hace unos meses de su primer viral a través de Whatsapp, pero ahora ha vuelto, y todo ha sido culpa de volver a nombrarlo, casi, curiosamente, como se decía de las antiguas leyendas urbanas.