Salvo en el fútbol, pocas veces podemos decir que todas las miradas españolas están puestas en la televisión al mismo tiempo. Las campanadas de Nochevieja es una de esas pocas ocasiones en las que los espectadores tienen la mirada fija y expectante ante los presentadores. Y no solo los miran, sino que los imitan. E imitarles puede llevar a algunas de las meteduras de pata más 'épikas' de la historia de las doce uvas.

1989 - Marisa Naranjo

La presentadora narró en voz en off el momento de las campanadas, pero la pobre se las saltó pensando que aún se trataba de los cuartos.

1993 - Carmen Sevilla y José María Íñigo

Carmen Sevilla, con su habitual desparpajo, pidió un deseo por cada una de las doce campanadas. Hasta ahí todo bien. Lo curioso llegó cuando José María Íñigo volvió a los sesenta repitiendo "feliz 1964 a todos".

1993 - Inma Soriano

En Antena 3 también hubo movida ese año. Mientras Inma Soriano nos hablaba de lo bonito de la vida, se saltó los cuartos y entró tarde a anunciar las campanadas. "No he oído los cuartos", se disculpaba más tarde la pobre.

1996 - Rody Aragón y Raphael

Las campanadas más rápidas. Este año fue todo un hito por la curiosa capa que lucía Raphael, pero además siempre recordaremos el error técnico que hizo a los españoles tragarse las uvas en tiempo récord.

2005 - Ramón García y Ana Obregón

Una de las parejas preferidas para presentar Nochevieja. El público intentó por todos los medios gritar la mítica rima tras '2005', pero los presentadores se libraron como pudieron.

2012 - Imanol Arias

El actor se convirtió en el centro de miras, pero no por su armas de presentador, sino por su tupé infinito. El Twitter reinó el 'troleo' durante las campanadas que protagonizó junto a Anne Igartiburu.

2013: Paula Vázquez y Carlos Sobera

A la presentadora se le rompió el tirante y la modista tuvo que entrar en escena. Eso sí, se defendió con desparpajo cuando Paula Vázquez le dijo "aprovecha y saluda".

2015: el 'epic fail' más recordado

Canal Sur. Comienzan los cuartos y la cadena decide colocar dos anuncios publicitarios. Lo mejor fueron los vídeos caseros de las familias desconcertadas que circularon después.