Seguramente te hayas topado con este vídeo en redes en los últimos días. En él vemos a una osa y su osezno, tratando de trepar por una ladera muy empinada. Las imágenes se tomaron en la remota región rusa de Magadán.

El vídeo se ha viralizado generando cientos de miles de reproducciones bajo lemas como "este osezno nos demuestra que por muy duro que esté todo, nunca mires atrás". El osezno nos inspira, según la lectura general de un metraje que se ha viralizado en Twitter desde la cuenta de Youtube ViralHog, dedicada a comprar vídeos con capacidad de hacerse virales.

Pero el problema es que el oso no está luchando, sino que está completamente aterrado.

Según han denunciado varios biólogos, los osos actúan atemorizados por la presencia de un dron, el que toma las imágenes. Así los describe el investigador Mark Ditmer de la Universidad Estatal de Boise en artículo en The Verge, autor de un estudio en 2016 donde se midió cómo percibían los osos la cercanía de drones debido al aumento de su uso. Controlando sus latidos, pudieron comprobar que sus pulsaciones aumentaban hasta un estado de pánico.

En las imágenes se ve que la madre incluso intenta lanzar un zarpazo al dron cuando parece que está más cerca, momento en el que el osezno se cae desde la pared de nieve. El España el tuitero Dr. Bioblogo también ha comentado la situación en un hilo.

Una muestra, en definitiva, de cómo a veces nos dejamos llevar por las redes sociales sin prestar atención a lo que de verdad ocurre, y cómo la observación masiva de animales también trae sus consecuencias.