George R.R. Martin se encuentra en plena promoción de Fuego y Sangre, su nueva novela donde narra la fascinante historia de los Targaryen, la dinastía que reinó en Poniente trescientos años antes del inicio de Canción de hielo y fuego, la saga que inspiró la serie de HBO: Juego de tronos. (Sí, aún parece que queda mucho para que acabe el último libro de la saga, este es como una precuela para matar el gusanillo).

Martin ha dado una entrevista a The New York Times donde comenta el universo de la serie, y ahí, ha confirmado una de las teorías más famosas sobre los Caminantes Blancos. "Es curioso porque comencé a escribir los libros antes de que todo el mundo hablara del cambio climático, en 1991", señala.

El autor confirma que para la creación de estos personajes llegados desde el otro lado del muro se inspiró en el cambio climático y la percepción que tiene la sociedad de él. Como en la serie y los libros, Martin dice que estamos muy atentos a nuestras riñas y problemas del día a día, pero que no atendemos el verdadero problema que puede venir.

"Estamos luchando por asuntos importantes de política exterior, política interior, derechos civiles, justicia social... Todas estas cosas son importantes. Pero mientras nos estamos separando por esto y gastando tanta energía, existe la amenaza del cambio climático que, en mi opinión, está comprobada de manera definitiva por la mayoría de los datos y el 99.9% de la comunidad científica", sostiene.

Los Caminantes Blancos, llegados desde el otro lado del muro, parecen por fin unir a todos los bandos en la última temporada emitida de Juego de Tronos. El peligro se acerca. La pregunta es, ¿conseguiremos en la vida real unirnos también contra el cambio climático?