No tiene la misma voz que cuando daba vida a canciones legendarias como 'Hey Jude' o 'All my loving', pero Egypt Station, el último lanzamiento de Paul McCartney, se ha convertido en número uno en ventas en Estados Unidos con una música alejada de su etapa en los Beatles, pero no menos virtuosa.

La primera vez que el artista británico llegó a lo más alto fue hace 48 años, semanas después de la disolución de los Beatles. Volvió a conseguirlo hace 36 años, pero nadie esperaba que McCartney llegara al número uno a sus 76 años. Nadie, excepto los que han seguido la campaña de Egypt Station.

La clave del éxito ha sido la tremenda promoción que McCartney llevaba meses preparando: su aparición en numerosos late nights como la divertida entrevista con Jimmy Fallon en la que demuestra que no ha perdido su sentido del humor ha conseguido que muchos fans (o no fans) esperaran expectantes su lanzamiento. Y lo más importante, claro está, es que el resultado no les ha defraudado. Egypt Station se resume en un disco valiente que avanza al mismo nivel canción tras canción y que llena de ritmo y vivacidad a los oyentes.

No es común que la carrera en solitario de un artista que ha sido una auténtica bomba en su grupo anterior tenga el mismo éxito, pero Paul McCartney lo ha cumplido merecidamente. Y no lo ha hecho por seguir el estilo que tanto han marcado los Beatles, sino por atreverse a desarrollar un proyecto personal con sonidos tan modernos como adictivos.

Todo eso ha hecho que, cinco años después de su último disco, Egypt Station se haya ganado a pulso el primer puesto en ventas. Según ha publicado la revista Billboard, el álbum ha vendido 153.000 unidades en la primera semana en el mercado: 147.000 por medios tradicionales y, las demás, escuchas en 'streaming'.