“Al final, todo acaba en el mar”. Esa fue la frase que hizo que a Rafael Sanchís, un valenciano de 27 años, se le ocurriera la idea que le ha llevado a estar las últimas semanas subido a una bicicleta, recorriendo buena parte de la geografía española documentando y recogiendo toda esa basura que arrojamos sin preocuparnos a la naturaleza, en su mayoría plásticos y que, efectivamente, sin reciclaje ni buenos hábitos, acaban de un modo u otro contaminando el planeta.

La frase se la dijo Moritz, un alemán residente en Ibiza desde hace años con quien se topó cuando realizaba la vuelta a la isla en kayak. Al despertar tras pasar una noche en una cala, se dio cuenta de que toda la arena y el agua estaba plagada de basura llegada allí desde otras zonas. Aquello hizo que Rafa pensara una forma de visibilizar la cantidad de basura que tiramos cada día, y ahí nació Miss Pachamama, un proyecto para recorrer España en bici para visibilizar la cantidad de basura que tiramos y recogerla.

“Ahora mismo llevo 836 kilómetros recorridos y 148 kilos de basura recogidos”, nos cuenta Rafa desde San Sebastián, el punto donde ha atendido a Epik haciendo un alto en el camino. Salió de Valencia el pasado 14 de julio, pedaleando rumbo a Teruel, Zaragoza, Pamplona, y el País Vasco con el objetivo de llegar a Galicia. Allí, según le aguanten las piernas, tiene la idea de iniciar la Vía de la Plata hasta Sevilla y volver a su ciudad de origen por la costa.

Para su reto Rafa va equipado con una bicicleta y varios cubos de basura divididos por tipos de residuos, un brazo extensible para no dejarse los riñones más de lo que lo hace en la bici, y todo el empuje que está recibiendo a través de las redes sociales, donde puedes seguirlo en Instagram, Facebook, Youtube o su web bajo el hashtag #noacabaenelmar.

En su viaje, además, también va documentando y dando a conocer proyectos sostenibles que se va cruzando por el camino. “Tras la experiencia en Ibiza, pensé en algo en lo que pudiera juntar dos de mis pasiones, la aventura y los viajes y el cuidado de la naturaleza, y surgió la idea”, explica el valenciano, que partía con la premisa de responder a la pregunta: “¿Está España llena de mierda?”. Y efectivamente, lo está.

“Realmente me ha impresionado la cantidad de basura con la que me he encontrado en los lugares más remotos, hasta el punto de preguntarme cómo hace la gente para llevarla hasta allí. He recogido una persiana, un WC, un pupitre, decenas de zapatos (siempre un pie u otro), botellas de licores distintos para hacerme un botellón...” cuenta Sanchís, que no obstante recalca que lo que más encuentra son botellas de plástico.

Su rutina se basa en despertarse temprano, recoger el campamento y comer algo y limpiar la zona en la que duerme. “No puedo pararme a recoger cada plástico que me cruzo pero sí que me paro cuando veo acumulaciones de basura importantes, que las hay y muchas por desgracia”. Después, la tarde la dedica a avanzar en su bici y a última hora busca un sitio donde dormir, a menudo en esplanadas donde pueda asentar su tienda de campaña, aunque cuando se acerca a ciudades suele pedir por sus redes si alguien le ofrece dormir en su casa y darse una buena ducha. “No pido ningún tipo de ayuda o donativo, pero un buen lugar donde descansar las piernas siempre viene bien”, comenta.

Pese a que en su labor se ha cruzado con multitud de basura y vertederos ilegales, Rafa tiene una visión optimista. “Hay muchísima basura en la naturaleza, pero yo creo que la mayoría de las personas es respetuosa con el medio ambiente. Todo tiene que seguir avanzando con la concienciación. Tener claro que cuando llevamos algo al campo hay que recogerlo y mejorar también la comodidad y las facilidades para reciclar. A mí me ha sorprendido por ejemplo lo bien que está montando en Pamplona, con distintos contenedores muy específicos y por todas partes, en comparación a otras ciudades”, explica.

Rafael Sanchís espera finalizar su vuelta en bici a España recogiendo residuos en octubre, y después seguir con su labor con nuevos proyectos. “Si todo sirve para que la gente se vaya animando a ser más responsable con su basura y observar la cantidad de residuos que generamos, bien hecho está”. En la mente tiene ya futuras aventuras para el próximo verano. De momento, este ya habrá conseguido que unos cuantos centenares de kilos de basura, no acaben en el mar.