No queremos resultar pesados pero es que la nostalgia mueve a todo adulto que haya crecido en los años 90 y como el artículo sobre cosas que comíamos en esa década tuvo éxito hemos decidido centrarnos en esos manjares llamados polos y helados que hicieron que nuestra niñez fuese más feliz. Procedemos a analizar los más importantes.

Drácula

El polo Drácula es la fantasía hecha helado gracias a una mezcolanza perfecta: cola, vainilla y fresa. Se convirtió en un auténtico éxito entre los niños (y no tan niños) a pesar de no tener ningún tipo de ingreso publicitario detrás a diferenciar de otros helados de marcas potentes. En algunos supermercados todavía podemos encontrar cajas de polos Drácula y comerte alguno puede ayudarte a sobrellevar la nostalgia.

Cola Jet

Camy lanzó en los años 80 este helado que se mantuvo como un manjar de culto en la década de los 90. Franjas de limón y cola que acababa redondeado en una punta de chocolate que provocaba que la boca se te hiciese agua. Helado infravalorado en todo caso, sobre todo por los niños que crecieron en los noventa, los ochenteros lo tenían en alta estima.

Calippo

Un polo que no tenía palo. Puede parecer una tontería en 2018 pero en el momento de comercializar el Calippo fue toda una revolución. En un inicio el líquido se salía de la parte inferior del plástico, como contaba uno de sus creadores a Verne, pero a nadie pareció importarle. El Calippo es un polo atemporal y nunca pasa de moda.

Frigopie

Su diseño era bien simple -un helado con forma de pie-, tenía un hermano mayor -el Frigodedo- que se dejó de fabricar en 1992 y un precio muy asequible que hizo que este helado cremoso con sabor a fresa se convirtiese en uno de los helados estrella de la década de los 80 y los 90. A día de hoy su precio sigue estando por debajo del euro y sigue siendo uno de los helados preferidos de los niños.

Fantasmikos

Los Fantasmikos también tuvieron su éxito ya que eran unos mini-helados con sabor a frutas. El poder disfrutar de diferentes sabores en un polo de pequeño tamaño fue una buena estrategia que luego se utilizaría en todo tipo de helados.

Miko Lápiz

Sin duda el helado más emblemático de la marca Miko. Estaba formado por una punta dura de sabor a chocolate y un cuerpo de vainilla. Su diseño fue clave para su éxito pero también la vainilla. Si quieres que un helado triunfe, ¡ponle vainilla!

Mini Milk

Un helado sencillo creado por Frigo. Un palo con un helado sabor a leche. Sí, antes del cono de helado del McDonald's existía el Mini Milk, injustamente olvidado por muchos pero sin duda un clásico entre los helados de los noventa. En 2015, el Mini Milk se transformó en 'Big Milk', pero claro, ya no era lo mismo.