Como un sábado cualquiera en Florida, Kyle Morningstar salió a pescar con su amigo Ian Smith y el día de pesca acabó siendo digno de una película de Spielberg. Los pescadores encontraron a un gran tiburón blanco junto a su barco y fueron capaces de grabarlo, aunque las únicas palabras que salían de su boca eran: "Oh my fucking God" y otras cuantas palabrotas.

"Perdón por mi lenguaje, pero mirad este vídeo", publicó Morningstar en su cuenta de Instagram. Y lo cierto es que tras ver a ese gran tiburón acechando a los dos pescadores, se le perdona cualquier palabrota. El pescador de 31 años residente de Port Orange (Florida), señaló a News-Journal que estaban en el barco en busca de besugos y otros tipos de pescado cuando se toparon con la inesperada criatura marina.

"Yo estaba en shock", destacó Morningstar. "Cuando dio la vuelta al barco por segunda vez, empecé a gritar a mi amigo para que empezara a grabar". El pescador estimó que el tiburón mediría unos cuatro metros y medio (más de la mitad de su barco). La criatura desapareció tras vigilarles durante dos vueltas al barco y los pescadores buscaron la orilla inmediatamente. "Vamos a necesitar un barco más grande", concluyó Morningstar.