No podemos negar lo magníficas que son las películas como 'El Padrino', o 'El Señor de los Anillos', y las series como 'Narcos'. Sin embargo, estos clásicos audiovisuales aún tienen una asignatura pendiente: superar el test de Bechdel, el detector de machismo. En el Día de la Mujer, recordamos que el cine también debe ser feminista y convertirse así en un escaparate para la igualdad.

El test de Bechdel surgió en 1985 de parte de Alison Bechdel en el cómic 'Unas lesbianas de cuidado' y desde entonces se utiliza como sistema para evaluar la brecha de género en la industria cinematográfica (hasta el momento las mujeres abundaban más bien poco). Muchos clásicos del cine no tan antiguos han suspendido la prueba: 'Trainspotting', 'El Lobo de Wall Street', 'Reservoir Dogs' o 'X-Men' pasan por alto el punto de vista femenino.

A pesar de la trayectoria más bien masculina del cine, cada vez vemos más obras (y confiamos en que vayan a más) protagonizadas por mujeres y puestas a la misma altura que los hombres. Películas como 'Las ventajas de ser un marginado', 'Nebraska' o 'Begin Again' y series como 'Lost', 'Friends' o 'Orange is the new black' pasan el test de Bechdel con creces. Y podéis respirar tranquilos, que 'Juego de Tronos' también supera la prueba.