EPIK

Ilusiones Ópticas

Ver un perro o un gato en esta imagen te diferencia de una Inteligencia Artificial

Un estudio de Google sobre reconocimiento facial ha mostrado algunas imágenes que cuestan diferenciar tanto a personas como a máquinas.

0
Ver un perro o un gato en esta imagen te diferencia de una Inteligencia Artificial
Google

Tienes apenas unos segundos para ver la imagen que ves ilustrando este artículo y saber si lo que ves son dos gatos, un perro y un gato, o quizá dos perros. ¿Ya tienes tu veredicto? Bien, ahora es importante que sepas por qué esta imagen tiene más miga que cualquier otra ilusión óptica.

Un estudio promovido por Google Brain, una rama de la compañía centrada en el estudio de la inteligencia artificial, ha estado experimentando con un algoritmo que modifica las imágenes. El objetivo es poner a prueba a las inteligencias artificiales para probar hasta qué punto son capaces de acertar o eludir métodos de reconocimiento de imágenes como seguridad. Los típicos formularios de 'No soy un robot', pero un paso más allá.

El problema, y ahí es cuando viene la dosis diaria de Black Mirror en la vida real, es que durante el estudio se probó las mismas imágenes también con humanos, y nosotros también fallamos. El estudio, titulado Ejemplos adversos que engañan tanto a la visión humana como a la computadora, descubrió que en tiempos de decisión de pocas fracciones de segundo los humanos somos capaces de errar como haría una IA, según resumen en IEEE Spectrum.

Asusta, pero no temas. Entre los ejemplos hay pocas imágenes tan engañosas como la del 'perro-gato' con la que comenzamos (que sí, son el mismo gato con una segunda imagen modificada), pero se registró un porcentaje de fallo humano en cualquier caso que era inferior al de las máquinas. Para hacerte una idea, en series de imágenes donde se daba un 100% de fallo de la máquina, los humanos erraron mínimamente. Nuestro sistema para reconocer formas sigue siendo aún muy superior al de las inteligencias artificiales. El problema, si nos queremos poner tenebrosos, es que ellas van aprendiendo cada vez más.

Pese a esto el estudio también hace pruebas que nos dejan tranquilos a la hora de pensar si somos más listos o no que las máquinas. En él se recogen algunas imágenes como el gato pixelado que ves arriba que la IA confundió con un ordenador por sus formas cuadradas. Vamos ganando la partida (de momento).