La primera película de Guardianes de la Galaxia terminaba con una escena triste y una para la esperanza. Groot, el alienígena árbol, se sacrificaba para salvar a sus compañeros, pero en las escenas finales se nos mostraba a un pequeño Groot recién nacido (deberíamos decir brotado quizá). Estaba bien, la película de Marvel no entraba en matar a un personaje que nos había caído bien.

Las aventuras de Groot continuaron en su forma bebé en la segunda parte de Guardianes de la Galaxia. O eso pensábamos. Porque no, no es el mismo Groot.

James Gunn, director y guionista de ambas entregas, se enzarzó en una conversación en Twitter con una fan de Star Wars que preguntaba si sería peor ver morir a un Porg (los último personajes lanzados por el bien del merchandising de la saga de George Lucas) o a Groot. Nuestra respuesta rápida es sencilla de entender, los Porg deben morir primero.

Gunn se metió de lleno en la conversación y después de que la fan de Star Wars le explicara que según ella "los Porgs mueren pero Groot puede revivir", Gunn contestó de forma contundente: "El primer Groot murió. El bebé Groot es su hijo".

Bien, ya hemos visto a Groot morir. Estamos preparados para todo.