En ocasiones hay imágenes a priori inofensivas que acaban marcando un antes y un después por la manera en la que la sociedad se ve, como si se reflejase en un espejo. Una de ellas podría ser la que ha protagonizado Jennifer Lawrence junto a sus compañeros de reparto en 'Gorrión Rojo' durante un photocall que tuvo lugar la pasada tarde en Londres.

En la imagen podemos ver Francis Lawrence, director de la cinta, posando junto a Matthias Schoenaerts, Jennifer Lawrence, Joel Edgerton y Jeremy Irons, los actores de la película. Mientras todos los hombres llevan ropa abrigada, como es normal siendo una tarde de invierno en Londres, Jennifer Lawrence luce un vestido negro y escotado con el que lucir su cuerpo, como todo el mundo espera de una estrella de Hollywood, joven y atractiva como ella.

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Evidentemente sería un error poner el foco de la noticia en Lawrence. Esta imagen es solamente un reflejo de lo que la sociedad -estructuralmente machista- todavía exige de una mujer. Parece que da igual que Jennifer Lawrence sea una múltiple ganadora de premios (tiene varios Óscars y Globos de Oro sin haber alcanzado los 30 años), lo importante es que en un acto promocional luzca su cuerpo, haga o no la temperatura adecuada para ello.

Sus compañeros de reparto van abrigados porque es invierno y hace frío. Pero Lawrence está en cierta manera obligada a lucir un vestido espectacular a pesar de las temperaturas porque todavía, a estas alturas de la película y en pleno 2018 es lo que se espera de una actriz y de una estrella femenina: que la imagen y el cuerpo acompañen siempre.

Por su parte, Jennifer Lawrence aclaró en Facebook la polémica con unas declaraciones en las que habla de que llevar el vestido fue su elección y que cree que el feminismo no va de causar controversia por la elección de una persona, como fue en su caso elegir llevar un vestido y pasar frío durante cinco minutos.