Socks (Calcetines en español) no fue un gato cualquiera. El felino de Chelsea Clinton (hija de Bill Clinton, expresidente de EEUU), estuvo viviendo en la Casa Blanca desde 1993 hasta su muerte en 2009. Desde entonces, debido a la popularidad de la mascota del presidente, el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales con el apoyo de otras agrupaciones y de los internautas, decidieron bautizar el 20 de febrero como el Día Internacional del Gato.

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Socks pasó 16 años campando a sus anchas por la Casa Blanca e incluso se convirtió en "portavoz" de Bill Clinton cuando apareció en una memorable foto de una de las salas de prensa. Apareció en en un programa de televisión e incluso se convirtió en protagonista de un videojuego. Además de ello, el felino también participó en varios actos benéficos.

Gracias al encanto que transmitió Socks entre la sociedad, se decidió aprovechar para una buena causa: fomentar este día la importancia del cuidado de los gatos y de otras mascotas, así como la adopción animal y la lucha contra el abandono. El gato de la Casa Blanca que conquistó a los americanos se ha convertido en la voz para concienciar a la población sobre el bienestar de los animales.