Ayer no era un día cualquiera, era San Valentín. Unas parejas cenaban en un restaurante, a lo tradicional. Otras desataban su amor en una habitación del hotel más lujoso de la ciudad. Pero la cita más especial y romántica del día ocurrió en el barrio de Chamartín en el lugar de siempre, a la hora de siempre y con los amores de toda la vida.

El Madrid y la Champions se encontraban de nuevo. El Bernabéu se engalanó como nunca para bailar un tango en París con el balón. El Real no llegaba en un buen momento y tropezó un par de veces en los primeros pasos del baile, pero sacó sus armas más potentes para corregir la situación: afición, garra y corazón.

París no pudo hacer nada y tras el tonteo inicial, el equipo merengue llegó al éxtasis final. Cristiano encontró el gol, Marcelo volvió a sonreír y el Santiago Bernabéu demostró, como tantas otras veces, que la Champions es su amor incondicional, verdadero, y que siempre vuelve. Y la ilusión de los jugadores y de los merengues llegó, como siempre, de la mano de una lluvia de memes de esta noche de San Valentín.