Tomarse un café en Starbucks es como tomarse una caña en un bar a pie de playa: lo disfrutas como si no hubiera un mañana, pero no puedes evitar una leve (o no tan leve) sensación de remordimiento por el vacío que ha dejado en tu bolsillo. Sin embargo, hoy en Epik os presentamos la alternativa para que tu cartera no se resienta pero puedas disfrutar de un desayuno igual de bueno: Tim Hortons, el café de la clase obrera canadiense.

La cadena de cafeterías abrió sus puertas en la plaza de Santo Domingo de Madrid a mediadios de diciembre y ya se ganaron al público: invitaron a los 100 primeros consumidores a un desayuno y sortearon un viaje a Canadá para dos personas a aquellos que subieran una foto con el hashtag #CaféConTimHortons (¡y ya hay un ganador!)

Desde entonces, la franquicia, que cuenta con más de 4.600 cafeterías por todo el mundo, no ha hecho más que expandirse por Madrid. Tras su primera apertura en pleno centro (plaza de Santo Domingo y Montera), Tim Hortons ha decidido ir más allá: ha abierto dos últimas en Pozuelo de Alarcón y Carabanchel.

Bueno, bonito y barato

La cadena asegura que la calidad de su oferta no tiene nada que envidiar a Starbucks. Cuenta con tres variedades de café premium 100% arábica: Mezcla Original, Darck Roast y un café descafeinado de forma natural. Según Tim Hortons, sus cafés son solo catados por expertos, y la receta es casi como la Coca-Cola: solo la conocen cuatro personas en el mundo.

Tim Hortons pretende que la capital sea la pionera para el resto de aperturas en España. Con una inversión de 50 millones de euros en cinco años, tiene como objetivo expandirse al resto del país en cuanto conquiste al público de Madrid. Por ahora, todo pinta de lujo para la cadena, y a Gregorio Jiménez, encargado de esta expansión, no le cabe la menor duda de su éxito: "tenemos el mejor café del mundo y vamos a estar en todas partes".