Hay que reconocerlo: la nueva campaña de la compañía sueca, además de algo desagradable, es de lo más ingeniosa. En la revista femenina Amelia, Ikea invita a las mujeres a orinar sobre una de sus páginas, que incorpora un test de embarazo.

Si el resultado del embarazo es positivo, el test cambia de color al detectar la hormona propia de la gestación y aparece automáticamente el precio de la cuna Sundvik, que es nada más y nada menos que la mitad de su precio original. 

Una vez más, la compañía sueca nos demuestra que no tiene límites: no solo ha tenido que usar su ingenio para su campaña de publicidad, esta vez también ha probado con técnicas avanzadas de la ciencia.