Vas por la ciudad con tu coche, y a lo lejos ves la figura de una niña corriendo tras un balón, te acercas frenando, y te das cuenta de que esa niña no es más que una figura que imita una escena tridimensional. El objetivo se ha conseguido: has frenado en una zona de tránsito escolar.

Varias ciudades de todo el mundo llevan probando en los últimos años el uso de ilusiones ópticas en sus calzadas para conseguir una conducción más preventiva. El ejemplo que comentábamos al principio existe, fue instalado en 2010 en West Vancouver (Canadá) en una acción temporal organizada por una asociación de prevención de accidentes, y se ha quedado ahí hasta ahora porque ha dado resultado.

Esta imagen, llamada 'Pavimento Patty' y que imita una niña tras una pelota, es el punto de partida de un artículo del Boston Globe en el que se buscan los pros y contras de estas herramientas.

Hace unos meses también dio vueltas por las redes un paso de cebra en la ciudad islandesa de Ísafjörður, de solo 3.000 habitantes. El paso de cebra utilizaba también las herramientas de una ilusión óptica para simular que sus habituales franjas se elevaban del suelo, causando una sensación de desequilibrio que también conseguía que los conductores parasen.

En el texto del Globe, que ha consultado a funcionarios de estas ciudades, las opiniones coinciden en que logran su objetivo positivo, aunque también se habla de lo que podría suponer para un conductor cruzarse con algo así, con el consiguiente riesgo que supone si se actúa ante él como un imprevisto dando un volantazo o frenando de forma brusca.

"Algunas personas nos expresaron su miedo a que la imagen pudiera asustar o distraer a los conductores", explica Jennifer Smith, portavoz de la asociación que propuso instalar la imagen de Patty, aunque afirma, que de momento no se ha dado un solo choque en la zona.