Una pareja de Indiana eligió alojarse en un piso turístico a través de Airbnb en Florida para pasar sus días de descanso. Sin embargo, el relax que esperaban encontrar acabó convirtiéndose en un suplicio cuando encontraron cámaras escondidas en la casa. Concretamente, una de ellas enfocaba directamente a la cama, tal y como a relatado uno de los protagonistas de la historia a la policía de Longboat Key (Florida).

Según reveló recientemente la policía, las cámaras estaban ocultas en un detector de incendios y en las tarjetas SD que contenían podían verse vídeos de diferentes personas. Y es que el arrendador de la vivienda llevaba en Airbnb durante dos años y por su casa habían pasado más de 40 personas.

La policía ha detenido al propietario en Florida y cree que hay numerosas personas que fueron grabadas sin su consentimiento. Sin embargo, el sospechoso afirmó que se trataba de cámaras de uso personal que nunca encendía cuando alquilaba la estancia.