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Fiesta

5 fiestas de pueblos que demuestran que en España nos vale cualquier excusa para liarnos

Cualquiera es cualquiera. "¿Hoy que hacemos para tener excusa para salir?". "Espera, súbete a este ataúd y nos vamos de farra".

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Fiesta ataudes galicia
Efe

Estamos en verano, lo que es sinónimo de ir al pueblo. Lo que es sinónimo a su vez de estar en las fiestas del pueblo, lo que sinónimo también de cometer los mayores excesos jamás vistos porque, chico, estás en el pueblo. Y como es así, vamos a repasar algunas de las fiestas más extrañas, raras o simplemente descontextualizadas que se usan en varios municipios para, ya se sabe, poder salir por ahí.

1. Romería de los ataúdes con personas vivas. Santa Marta de Ribarteme, As Neves, Pontevedra

A final de julio esta pequeña localidad gallega se convierte en un escenario propio de una serie rara de Netflix. Todos los vecinos empiezan a aupar a otros en ataúdes. Pero esta fiesta tiene un origen religioso. Al grito de "Virgen de Santa Marta, estrella del norte, te traemos a los que vieron la muerte", cada año las personas que van en ataúdes se ofrecen a su patrona para pedir salud para ellos mismos u otros familiares enfermos. The Guardian calificó esta fiesta como la segunda más rara del mundo. Toma ya.

2. Nochevieja en Verano. Bérchules, Granada

Este es un buen ejemplo de que en España si hay que buscar motivos para salir de fiesta, se encuentran. En 1994 esta localidad granadina sufrió un fallo eléctrico durante las campanadas, así que retrasaron el Año Nuevo hasta verano. Como en Nochevieja la gente se lo pasa tan bien, pues se quedó la tradición de celebrarlo dos veces al año. Listos que somos.

3. La Tomatina. Buñol, Valencia

Posiblemente la fiesta que más llame la atención fuera de nuestras fronteras. Se usan en torno a 150 toneladas para los más de 25.000 participantes que han acudido en los últimos años. No te asustes, no se tira comida en sí porque los tomates que se utilizan no son aptos para el consumo. Seguramente sea la liada más gorda vista en un pueblo.

4. El Cipotegato. Tarazona, Zaragoza

La tomatina se inició en los años 40 del pasado siglo y se dice que tiene su origen en la fiesta del Cipotegato de Tarazona. En esta fiesta, un vecino anónimo del pueblo se mete en la piel de dicho personaje, que es perseguido a tomatazo limpio por todas sus calles hasta llegar al ayuntamiento.

5. La Batalla del Vino. Haro, la Rioja

Vale, aquí seguramente sí que estemos ante la mayor excusa para acabar piojo. Desde los años 40 lo que en comienzo era una romería se convirtió en una batalla del vino en toda regla. Miles de personas capuzándose hasta arriba desde primera hora de la mañana. Y luego a almorzar. Con más vino, claro.