Hay series de televisión que marcan una época. Algunas son tan exitosas que incluso tienen una continuación en forma de spin-off, convirtiendo a un personaje secundario en protagonista y dando origen a una nueva historia. Hay ejemplos de exitosos spin-off tanto en la televisión estadounidense con clásicos como Cheers-Frasier o historias más recientes como Breaking Bad-Better Call Saul y también en la española con el ejemplo 7 vidas y Aída.

Eso sí, en Epik nos gusta analizar más bien los fracasos. Esos spin-off que no acabaron de cuajar, desde el más absoluto estrepitoso hasta las series que si bien no son de una calidad baja se han convertido en algo tediosas o en demasiado parecidas a la trama original que las precedía. En total, analizaremos cinco series que fueron spin-off y por qué no triunfaron.

1. Joey (2004-2006)

Spin-off de la archiconocida Friends (1994-2004). Joey Tribbiani fue el único personaje que acabó la sitcom más exitosa de la historia de la televisión sin un plan de futuro claro. Por tanto, Kevin S. Bright, que ya dirigió varios capítulos de Friends, se embarcó en una serie con Joey como personaje protagonista. La trama, que duró apenas dos temporadas y 46 capítulos, se desarrollaba en Los Ángeles y en ella el actor compartía un piso con su sobrino de 20 años y con su hermana. Definitivamente la serie no funcionó porque Joey se parecía poco al de su etapa en Friends y porque todo parecía más forzado. Sin el conjunto de sus amigos, el personaje de Joey se perdió entre gags poco originales o sin gracia. Un spin-off que fue muy mala idea.

2. Angel (1999-2004)

Antes de embarcarse en la sempiterna 'Bones', David Boreanaz también tuvo su spin-off. Tras ser uno de los 'malos' favoritos en 'Buffy Cazavampiros' (1997-2003) durante las primeras temporadas, pronto se independizó protagonizando su propia serie que tenía por nombre el de su personaje en la trama de vampiros. De hecho él era uno de ellos pero había recuperado su alma, por lo que luchaba contra su propia raza. Se mantuvo durante cinco años y un total 110 capítulos en antena. La crítica no le machacó sin piedad como a otros spin-off pero lo cierto es que preferimos la creación 'original' de Josh Whedon y a intérpretes como Sarah Michelle Gellar, Michelle Trachtenberg o el antihéroe James Marsters.

3. Sin cita previa (2007-2013)

Un personaje interesante como Addison Montgomery (interpretada por Kate Walsh) se marchó en las primeras temporadas de la maratoniana Anatomía de Grey (2005-) para protagonizar Private Practice, que en España se conoció como 'Sin cita previa'. Addison cambiaba Seattle por Santa Mónica. La serie pecó de frívola y al igual que en 'Joey' el personaje secundario cambió al emanciparse y trasladarse al protagonismo de una serie. Addison molaba porque era egoísta. Nuestra egoísta. Se mantuvo en antena hasta 2013 y se emitieron 111 episodios aunque la serie pasó sin pena ni gloria.

4. El show de Cleveland (2009-2013)

Quizá uno de los peores spin-off que se recuerden. 'Padre de familia' (1999-2002, 2005-) es una serie grandiosa, una de las mejores series de animación de todos los tiempos con unos personajes principales y secundarios tremendamente carismáticos. Y sin embargo escogió al anodino Cleveland Brown, uno de los amigos de Peter que funcionaba muy bien en pequeñas dosis pero que como protagonista hace aguas. Se comenta que Seth McFarlane, el creador de ambas series, pretendía hacer una trama centrada en una familia de raza negra para así que criticar al colectivo afroamericano, uno de los pocos focos que no había 'atacado' en 'Padre de Familia' pero la serie careció de interés y gracia desde su inicio. Aún así se mantuvo en antena durante cuatro temporadas y 88 episodios que fueron un auténtico fracaso.

5. Los originales (2013-)

La única serie analizada que sigue en antena. Spin-off de 'Crónicas vampíricas' (2009-2017), narra las peripecias de Klaus, quizá el villano más temible de la serie de vampiros. Uno de los 'chupasangre' originales que vuelve a su ciudad natal, Nueva Orleans, junto a sus hermanos y debe tomar el control de una ciudad que está gobernada por los que un día fueron sus amigos. En 'Crónicas vampíricas', Klaus era temido y despiadado, y aunque en 'Los originales' sigue inspirando temor, se le ve mucho más débil ante presiones familiares e intrigas amorosas. La serie empezó a buen ritmo pero al igual que su predecesora, tiende a perder interés con el paso del tiempo hasta convertirse en una ficción del todo olvidable.