Mary-Kate y Ashley, más conocidas como las hermanas Olsen, son otro ejemplo de estrellas de la televisión que alcanzaron la cima con una edad muy escasa. En el caso de estas mellizas californianas, fue quizá el éxito más precoz que se recuerda, ya que debutaron en 'la caja tonta' cuando apenas tenían nueve meses de edad en la serie Full House (traducida como 'Padres Forzosos en España'), que se emitió ininterrumpidamente desde 1987 hasta 1995.

En esa mítica serie protagonizada por John Stamos, las Olsen interpretaban a Michelle Tanner -debido a las estrictas leyes de trabajo infantil que hay en EEUU, se turnaban para interpretar el personaje-, a la que vimos crecer durante años y cuyos momentos hilarantes han pasado a la historia de la televisión. Ese pequeño demonio rubio al que dieron vida las Olsen era tan adorable y capaz de hacer cosas tan graciosas a tan tierna edad que enamoró a todo el público.

La gallina de los huevos de oro de las Olsen fue explotada hasta la saciedad. Ya en 1993 crearon 'Dualstar', donde se produjeron hasta 14 películas, la mayoría con las mellizas de protagonistas, pero que también estuvieron detrás del lanzamiento de videojuegos, programas de televisión y revistas.

Mary-Kate y Ashley disfrutaron de su adolescencia en la burbuja de ser estrellas teenager aunque pronto comenzaron los problemas. Ashley dejó el mundo de la interpretación y con 18 años Mary-Kate entró en un centro de rehabilitación para tratar una anorexia nerviosa de la que acabó recuperándose. ¿Otros juguetes rotos? No, porque las Olsen supieron reinventarse.

Poco a poco, las Olsen fueron alejándose de los focos -rechazaron participar en Fuller House, el remake de la serie que les lanzó al estrellato- y establecieron que en todo caso estarían detrás de las cámaras como productoras y poco a poco se fueron introduciendo en el mundo de la moda, donde han desarrollado su carrera en los últimos años de manera exitosa.

Eso sí, aunque las vimos crecer en televisión durante años, ahora su actitud es hermética. No se prodigan en ninguna red social y apenas conceden entrevistas ni dan declaraciones a la prensa. Su trabajo es el diseño y para mostrar lo que hacen, según ellas, ya están las modelos. El último acto público al que acudieron fue hace unas semanas en la gala del Met 2017. Aunque sea de forma más anónima, las Olsen siguen triunfando.