Hamburguesas de 1€. Hamburguesa sin pepino. Hamburguesa ibérica y hasta hamburguesas de colorines. Desde que las grandes cadenas de comida rápida han asumido que son justo eso: fabricas de comida basura, el concepto del sandwich americano se ha reiventado hasta el punto de rozar lo gourmet.

Pero, ¿qué es gourmet?. Según la RAE hace referencia a lo 'exquisito o propio de un gurmé'. Sí, al igual que cocreta está admitido, 'gurmé'. No sabemos si la hamburguesa diseñada por Diego Buik es gurmé o no, pero lo que sí conocemos son los ingredientes que la componen.

La ya denominada hamburguesa más cara del mundo fue creada especifícamente para tratar de entrar en el libro Guinness de los records. La carne de Waygu, la salsa de langosta, el caviar o la truffa son algunos de los ingrediente que encarecen su precio, pero aún así no son los responsables de que cueste más de 2000 euros.

El pan de oro y azafran es lo que marca la diferencia y hace que la cifra se dispare. La salsa de jamón ibérico y la soja añeja son detallitos sibaritas de poca importancia cuando hablamos de pagar el doble del sueldo medio español en una sola comida.

SI, además, añadimos que el propio chef asegura que no es la mejor hamburguesa que ha comido y que, incluso, por menos de 20€ las ha probado mejores, llegamos facilmente a la siguiente conclusión: el postureo está en todas partes y ahora también en las hamburguesas.