Seguramente fue el vídeo que nos enseñó el poder que tenía Youtube y las redes sociales para viralizar un contenido. Hace poco más de diez años, el 22 de mayo de 2007, un británico llamado Howard Davies-Carr subió a Youtube un vídeo de sus hijos. En él se veía al mayor de ellos, Harry, de 3 años, sosteniendo al menor, Charlie, de solo 1.

Harry jugaba a meterle el dedo en la boca a su hermano, que se lo mordía entre risas. Cuando intenta repetir el gesto, Charlie le muerde más fuerte, ante lo que el mayor exclama su ya célebra frase: Charlie bit me. And that really hurt (Charlie me ha mordido. Y ha dolido realmente).

Ahora, diez años después del vídeo que les cambió la vida, Harry de 13 años y Charlie de 11 han reaparecido en varias entrevistas. Y quizá su crecimiento sea para mucha gente joven la primera gran muestra de lo rápido que pasa el tiempo.

¿Te sientes viejo ya? Estos son los chicos de 'Charlie bit my finger' ...

El vídeo, que según declaró su padre después fue una simple grabación casera que quería que viera el abuelo de los pequeños que reside en los Estados Unidos, fue subido a Youtube por un tema práctico: pesaba demasiado como para usar otra plataforma. Pero, cosas de internet, se convirtió en uno de los primeros grandes virales.

El vídeo de Charlie bit my finger fue durante años el más visto de la historia de Youtube y cuenta actualmente con más de 850 millones de reproducciones. También fue el primero que mostró la capacidad de monetizar contenido viral. La familia Davies-Carr firmó un acuerdo con una compañía llamada Viral Spiral, dedicada a monetizar este tipo de vídeos, y según publicó The Wall Street Journal en 2011 había conseguido hasta 100.000 libras por sus anuncios, unas estimaciones que ahora algunos elevan hasta el millón.